Introducción

370 35 34
                                    

No todo el mundo puede decir que haya tenido una vida fácil, sin complicaciones. El alumno medio de mi instituto se graduaba, iba a la universidad o cogía el puesto de trabajo de su padre en la tienda familiar, formaba una familia y tenía una felicidad mínima para una vida mediocre en el pueblo.

Para mi suerte o mi desgracia, yo no estaba en esa media, así que mi vida había sido de todo menos fácil. En ocasiones emocionante, en otras, descorazonadora.

Pero había sobrevivido a todo lo malo y ahora estaba ahí, con una copa de champán en la mano y un brazo alrededor de mi cintura.

—Por la pareja feliz. —Mi padre fue el primero en alzar su copa, haciéndola chocar contra la de mi madre con demasiado entusiasmo.

—¡Vaya bruto! —Pero le pellizcó las mejillas con las dos manos, logrando que pusiera morritos. Se dieron un beso tierno que me hizo sonreír.

Cuando era joven no lo valoraba, pero a esas alturas solo quería aspirar a una relación como la de mis padres. Con el anillo pesando en mi dedo, sentía que al fin estaba en camino para lograr lo más parecido a esa felicidad mediocre a la par que extraordinaria.

Agoney me apretó la mano.

—¿Un brindis por nosotros? —preguntó cuando lo miré.

Sonreí de lado y le robé un beso rápido.

—Por nosotros, siempre. —Choqué nuestras copas y me bebí la mitad de su contenido—. Chinchin.

Le guiñé el ojo y me dirigí a mi hermano, que tenía a mi sobrina sentada en sus muslos.

—Venga, quédatela, que yo también quería hacer un discurso.

—Ay, no te irás a poner moñas, ¿no? —Ladeé la cabeza—. No te pega nada, Álvaro.

—Te jodes, que la otra vez no me dejaste. —Me sacó la lengua y empezó a hablar antes de permitirme pensar en lo que había dicho—. En fin, que... han sido unos años muy duros. A veces pensaba que no ibas a salir adelante, tete, pero estás más mayor, y más maduro que nunca, y has encontrado a una persona que te hace muy bien y que te complementa hoy. Así que un brindis por vosotros, porque os deis una vida llena de alegrías y que os acompañéis en las tristezas siempre.

—El tito tenía razón. —Olivia alzó la voz—. Estás muy moñas, papi.

Mi hermano me guiñó un ojo y recuperó a su pequeña. Yo volví a incorporarme para abrazarme a mi prometido, que sonrió contra mi mejilla. Se lo podía notar aun sin besarme, lo que me dio una señal más de la familiaridad que tanto ansiaba.

—¿Y Agoney no quiere decir nada? —Intervino mi madre—. Venga, anímate, que para avergonzar al chiquillo siempre estamos a tiempo.

—Muy graciosa —gruñí, y se intensificó cuando efectivamente quiso separarse—. Oye, no, que está de broma, que no tienes que avergonzarme.

—En realidad tenía pensado avergonzarme a mí mismo. Eso siempre se me ha dado de lujo. —Sonrió, con la cara ya volviéndose rojiza. Era monísimo—. Solo quería decir que no es una sorpresa para nadie de aquí que llevo media vida enamorado de ti, y sé que no crees en los "para siempre", pero esto se le parece bastante. Así que... —alzó su copa, a la que ya le quedaba poco— por el tiempo que tengamos, porque podamos disfrutar cada instante juntos.

Suspiré y me terminé la copa. Nunca le había mentido al respecto, pero a ratos él me hacía creer en los futuros lejanos. Sonaba poco plausible con el movimiento de las relaciones a esas alturas de la vida, pero me podía ver con él hasta que nuestros cuerpos aguantaran de viejitos.

No teníamos intención de quedarnos mucho más en casa de mis padres. La pequeña fiesta de compromiso, que consistía en mi lado de la familia porque los suyos todavía no sabían nada, se nos había alargado bastante, pero me alegraba poder compartir esos instantes con ellos. Después de tanto tiempo, disfrutaba de cada segundo que pudiera pasar con mi familia.

Me puse la chaqueta mientras mi prometido le daba un último abrazo a todos, incluida Olivia. No era ningún secreto que la pequeña de la familia tenía preferencia con él, pero es que Agoney no se quedaba atrás. Había llevado lo de que le gustaran los niños cuando éramos jóvenes, a tener a medio pueblo adoptado. Y ellos a él, porque el cariño siempre era mutuo.

Mi móvil empezó a sonar en el bolsillo de mi chaqueta. Alejándome unos metros, hacia la entrada de la casa, contesté. No conocía el remitente, pero a esas horas de la noche me parecía importante al menos ver quién era.

—¿Diga?

—¿Raoul Vázquez? —Una voz grave y rasgada me provocó un escalofrío.

—Sí, soy yo. ¿Quién es?

—Un momento.

Esperé casi un minuto, paseándome de un lado a otro del pequeño pasillo de entrada. Entonces, alguien más se puso al teléfono:

—¿Amor? —Pegué un respingo al reconocer la que solía ser mi voz favorita en el mundo—. ¿Estás ahí, mi amor? ¿Raoul? Estoy vivo, amor, me acaban de rescatar de una isla de mierda, voy de vuelta a España. Me muero por volver a verte, Dios, te he echado tanto de menos...

No sé qué más dijo, pero iba acelerado. Mi corazón también.

El móvil cayó al suelo, provocando un estruendo que los puso en aviso. Yo me senté junto a la escalera, tan tembloroso que me costaba no caerme en el intento por sentarme. Me abracé las piernas sin dejar de procesar cada palabra. Se seguía escuchando algo desde el móvil, pero apenas era entendible, no en mi estado.

Agoney fue el primero en llegar hasta mí. Se arrodilló, pero no hizo amago de tocarme. Eso lo habría empeorado todo.

—¿Raoul, amor? —susurró—. ¿Qué te pasa? ¿Necesitas que vayamos al hospital, o que tomemos aire o...?

—Ha vuelto —conseguí pronunciar, después de varios intentos que me dejaban el labio temblando.

—¿Quién? —Su ceño se frunció, y sería peor en cuanto lo dijera en alto.

Tragué saliva y apoyé la barbilla en las rodillas. El simple hecho de pensarlo me provocaba náuseas, como para decirlo.

—Carles. —Noté el cambio de su respiración enseguida, pero no estaba para él ahora mismo. Con sostenerme a mí mismo era demasiado—. Nunca murió, él... está vivo y va a volver a casa.


Holaaaa, bienvenidas a esta historia tan maja :) Escribí esto hace unos meses para el Nanowrimo, y ya que estaba... vamos a subirla, no? Es más corta que otras historias, pero da para bastante. Espero que os guste y me comenteis <3

Dos amores, una vida-RAGONEYWhere stories live. Discover now