Prólogo

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Hace muchos años, se creó el Castillo Grant. Harry Grant, un señor con vida complicada por la poca cantidad de dinero con el que vivía, se ofreció a construirlo con el poco dinero que tenía juntándolo con el que le había dado el rey Dominic Lawson.

Su Majestad... -dijo Harry- ¿me alcanzará este dinero para construir el castillo hasta con muebles incluídos?

Tranquilo, señor Grant, si le hace falta dinero yo le prestaré un poco más - dijo el rey Dominic.

Muchas gracias, Su Majestad -dijo Harry entusiasmado.

Está bien, ahora ponte a trabajar, señor Grant, necesito ese castillo para antes de navidad - dijo con seriedad.

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Unos meses más tarde, el castillo ya estaba terminado.

El rey Dominic estaba tomando una copa de vino tranquilamente en su trono mientras esperaba la llegada de Harry. Tiempo después, el rey ya estaba desesperado porque Harry no llegaba, así que fue al baño un momento, pero apenas puso un pie en el pasillo a un costado de la enorme habitación, escuchó un estruendo. Cuando se dió la vuelta para ver el orígen de aquel ruido, vió que era Harry.

¡Señor Grant! No pensé que se demoraría tanto - dijo el rey Dominic con una cara enfadada.

Lo siento, Su Majestad...Tuve unos inconvenientes - dijo Harry un poco avergonzado.

Está bien, te entiendo - dijo un poco más relajado.

El castillo ya está listo, Su Majestad, ¿pensó que título le pondrá? - dijo curioso.

El Castillo lo hiciste tú, Harry Grant, se merece tu apellido, apartir de ahora será el Castillo Grant - dijo el rey Dominic con cara de ensueño.

Lo aprecio mucho, Su Majestad, gracias - dijo Harry, muy confiado.

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Tiempo más tarde, el Castillo Grant se inauguró. Harry muy feliz fue con una botella del mejor vino -comprada con sus ahorros- a ver al rey Dominic, al intentar acceder los guardias lo detuvieron.

Nombre y apellido - dijeron seriamente.

Harry Grant... conocido del rey Dominic -dijo Harry.

Si vienes a ver al rey Dominic tienes un límite de 30 minutos, el rey está con una enfermedad muy grave - dijeron los guardias, aún con cara seria.

Oh, está bien, muchas gracias - pasó las grandes puertas de madera de abeto con detalles plateados.

Más guardias se ubican tras la puerta, uno de ellos era amigo de Harry.

¡Mi amigo Harry Grant! -dijo con felicidad- Hace tiempo no te veo por aquí.

¡Jeremy! Tanto tiempo, jaja -dijo mientras le estrechaba la mano dedicándole una sonrisa.

¿Vienes a ver al rey Dominic? -dijo Jeremy.

Si, es tan grande este castillo... Sé que lo construí yo, pero a veces me confundo -dijo Harry.

Tranquilo, Harry, sígueme

Harry y Jeremy caminaron por unos cuantos pasillos del Castillo Grant hasta que llegaron a la habitación del rey Dominic.

Bueno, tengo que volver a mi puesto ¡adiós, Harry! Espero que nos volvamos a ver pronto -dijo contento.

Gracias, ¡adiós, Jeremy! -dijo en voz alta.

Harry se quedó viendo la puerta por unos instantes, hasta que se decidió por tocar la puerta, suavemente. Una voz respondió: "Puedes pasar".

Harry abrió la puerta y entró.

Su Majestad... -dijo mientras hacía una leve reverencia.

Oh, Señor Grant, ¡tanto tiempo! -dijo con la voz ronca.

¿Está bien? -dijo Harry.

Tengo una enfermedad...terminal, solo que los guardias no le dijeron nada a los habitantes por las dudas...

¡¿Y no tiene cura?! -dijo exaltado-

Lastimosamente, no...no me queda mucho tiempo tampoco, Señor Grant...

Su Majestad... -dijo con voz triste-

No me preguntaste sobre con quién quedará el trono -dijo un poco serio.

Ah, cierto, ¿quién se quedará con el trono? Usted había dicho que no tenía un familiar cercano para pasarle el trono...

Por eso mismo, decidí que te lo quedarás tú, ¿por qué piensas que dejé que el castillo tuviera tu apellido?

¡¿Es en serio?! - dijo sorprendido.

Si, pero aún no puedes decir nada, Harry...

Justo cuando Harry estaba por hablar, los guardias abrieron la puerta.

Harry Grant, ya pasaron los 30 minutos -dijeron serios.

Está bien, adiós, Su Majestad, dios lo bendiga

Adiós, Harry, a ti también -dijo casi tosiendo.

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Unas semanas después, Harry estaba yendo a ver al rey Dominic. En su camino al castillo, vió una ambulancia pasar, así que pensó que era el rey, y apuró su paso.

Llegó en pocos minutos, apenas puso un pie en el piso de cemento con detalles floreados. Vió a unos guardias hablando con los médicos, otros llevando una camilla al castillo. Harry estaba tan impactado que dejó caer el ramo de flores que traía para el rey.

Los guardias lo voltearon a ver y le dijeron que se quede con ellos para hablar. Harry estaba tan impactado que no podía ni hablar, el rey había muerto y el no se había enterado.

Después de que los médicos se fueran con otros guardias, los pocos que quedaron fueron con Harry para hablar.

Harry Grant, ¿cierto? -preguntaron.

Si...

El rey antes de morir nos dió una carta con el nombre de quién tendrá el trono, y allí estaba tu nombre.

¿Me estás diciendo que ahora voy a ser el rey de Snezhnaya? -preguntó sarcásticamente.

Exactamente, pero teóricamente hay que esperar a la coronación para poder confirmar que serás el rey.

Está bien, gracias por el aviso -dijo mientras guardaba su emoción para no quedar mal.

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Tiempo después, llegó la coronación de Harry Grant.

Se escuchaban pura bulla hasta que se escuchó un estruendo de micrófono: "1, 2, 3, probando..."

Muy buenas noches a todos, soy el presidente Lynn, primero que todo, querría que hagamos un brindis por el rey Dominic, que en paz descanse... -dijo un poco serio.

Hubo un corto silencio de unos pocos segundos hasta que se escuchó el fuerte ruido de las copas de vidrio:, "¡Salud!"...

Bueno, continuando con esto, en unos instantes se hará la coronación del nuevo rey, Harry Grant.

Un momento más tarde, se empieza a escuchar música jazz con volumen bajo...

Vamos a comenzar con la coronación, invitamos al señor Harry Grant a subir a aquí -dijo el presidente Lynn con una leve sonrisa.

Harry sube con una sonrisa de oreja a oreja y saluda a todos.

Muchas gracias -dijo sonriendo mientras se escuchaban murmullos de fondo.

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Tiempo después, termina la coronación, Harry Grant sentado en el trono procesando todo lo que acaba de pasar, pasó de construir un castillo por hacer un buen acto a hacer el actual rey de Snezhnaya...

Y así fue, pasaron generaciones y generaciones hasta llegar a la actual, Rupert Grant y su hija, Abigail Grant.

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King of my HeartWhere stories live. Discover now