love me back | papufresco

10: Fiesta | Pt. 2

Pablo seguía examinándonos con la mirada, mientras Miguel estaba completamente tenso y yo solo lo abrazaba por los hombros.

—Miguel está cuidándome, casi vomito xd— Dije para luego fingir tener que taparme la boca para evitar hacerlo y discretamente pellizcar a Miguel para que me siguiera la corriente.

—Oh, ¿quieren que lod lleve a la dalida?— Miré a Miguel antes de que este asintiera varias veces.

"Era una mala idea" pensaba mientras Miguel encendía el auto y se despedía con un ademán de Pablo. No podía moverme tanto por lo ajustado que me dejó el cinturón, estábamos en completo silencio mientras Miguel conducía fuera del lugar.

Miré por el monitor del auto que eran casi las 4 a.m. aumentando mi preocupación. Ninguno de los dos estaba en el estado para que manejara, pero Miguel era el más consciente de los dos.

—Enciende la radio, el silencio me está dando sueño— La voz de Miguel irrumpió este mismo y acaté su petición, picando en la pantalla la opción de radio. La intro que comenzó a sonar la reconocía, era 'Tuyo' de Mora; esta canción era toda mi situación sentimental con él.

No podía creer como estaba tan tranquilo después de lo que sucedió, tampoco podía evitar pensar que quizás para él no significó nada.

"Dame una razón para seguir como un loco detrás de ti"

Suspiré antes de reclinarme en el asiento mientras trataba de dejar de recordarlo en mis brazos luego de besarnos.

—¿Quieres hablarlo?— Mi corazón se detuvo al escucharlo decir eso. Por supuesto que quería.

—¿Te molestó que lo hiciera?— Pregunté, mientras volteaba completamente hacia él; solo para encontrarme con su rostro descubierto y sus labios formando una sonrisa.

Nosborn, qué galán.

Rió con timidez antes de negar con la cabeza. Esto era definitivo, él... sentía lo mismo por mí.

—¿Volverías a hacerlo?— Me miró de reojo, acelerando mi pulso con esto. Asentí como respuesta, lo que le hizo regresar su atención al camino.

Tragué saliva claramente ansioso mientras miraba que poco a poco se lograba divisar una gasolinería junto a una tienda de conveniencia.

—¿Quisieras que lo hiciera?— ¿Qué tipo de coqueteo es ese? Por eso estoy como estoy :'v

Miguel rió suavemente mientras frenaba lentamente para colocarse frente la estación de gasolina, apagar el motor y pedirle al trabajador que llenase el tanque. Volteó como si estuviera cerciorándose de algo y luego regresó a verme.

El contacto visual ahora nos llenaba de tensión, por un demonio lo que faltaba.

—¿Eso es un no?— Se inclinó y volvió a unir nuestros labios; cada beso parecía ser una droga dosificada que me hacía necesitar aún más de ella a medida en que la consumía. Me generaba cierta sensación de cosquilleo en la parte baja del abdomen cada que sentía su aliento chocar con mis labios luego de apartarse.

Desconocía qué pudiera ser, pero me dejaba sintiéndome aún más embriagado de lo que realmente estaba.

El trabajador regresó con una terminal en sus manos y Miguel simplemente pagó. Volvió a encender el auto, pero esta vez solo para estacionarse en la tienda en frente.

—Ven, voy a comprarte algo para que se te baje. Estás muy mal— Dijo mientras me desabrochaba el cinturón para que pudiera liberarme del asiento y con eso salir del auto junto a él.

Mi rostro estaba acalorado no solo por el alcohol en este punto.

Miguel empujó la puerta, cediéndome el paso; lo que acepté. Caminamos entre los pasillos por un momento antes de frenarnos en el area de panecillos; tomé un paquete de donas espolvoreadas de azúcar mientras que él solo me miraba y asentía.

Tanta era nuestra conexión que nos entendíamos sin decir alguna palabra.

Fuimos a la caja a pagar; Miguel llevaba dos sueros deportivos mientras que yo dejaba solo lo que había tomado. Miguel insistió en pagar y conociendo lo testarudo que era, solo lo dejé.

Salimos al estacionamiento de vuelta y me senté sobre la banqueta a comer mis donitas, mientras que él abría su suero y lo bebía.

Esta escena me resultaba familiar.

Me ofreció el otro suero y lo acepté, abriéndolo y dandole un sorbo. Me sentía mejor ahora mismo en todos los aspectos.

—Luis.

—¿Mhm?— Volteé hacia arriba para verlo y respondí a su llamado emitiendo aquel sonido, pues tenía la boca llena.

—Me gustas— Sentí que me atragantaba por lo que tosí parte de mis donitas masticadas mientras él se carcajeaba.

Completamente avergonzado tomé del suero para pasarme lo demás y juntar el valor para responder.

—Tú también me gustas, papu.

Después de eso, el camino de regreso a su casa fue más relajado a pesar de que no contemplábamos cómo podríamos dormir juntos ahora que habíamos confesado que nos sentíamos atraídos el uno por el otro.

—nota!!
coman hijos coman
jwjrkwkfke cada día mas gente leyendo esto, muchísimas gracias por su apoyo, nunca me cansaré de decirlo <333

el luis: