CAPÍTULO 5 💐

8 0 0
                                    

Las lunas fueron pasando, el verano terminó, las hojas se cayeron, los días se hicieron más cortos, la nieve empezó a caer y se empezaron a ver las luces rojas y verdes.
Cuando me di cuenta el tiempo había corrido y ya era diciembre, estaba a días de las vacaciones de navidad, y por consiguiente a días de mi muerte; sentía como en lo últimos días mi cuerpo cada vez funcionan más lentamente, tareas diarias que siempre había podido hacer ahora me costaban la vida, sentía que mis pulmones iban más lentos y a pesar de que pasaba casi todo mi tiempo con Thomas vomitaba las flores constantemente, así que un día tra hablarlo con mis amigos decidí encararlo de una vez por todas.

Reuní a mis amigos en mi casa por si pasaba algo para que estuvieran allí, todos escondidos en las habitaciones de nuestro departamento y llamé a Thomas para hablar con él.

-¿Qué pasa Eve estás bien?

-Mira Tom necesito hablar contigo urgentemente.

-¿Qué ocurre? -Se veía preocupado y eso hacía que me sintiera mal, pero de él dependía mi vida.

-Solo quería decirte, y espero que me escuches con atención, que ya se va a acabar el año y casi han pasado los 10 meses, así que necesito que me des una respuesta -preferí ser directa antes que andarme con rodeos.

-¿Una respuesta? -Casi lo veía inseguro, lo cual me sorprendió.

-Si Thomas una respuesta, es sencilla ¿Me amas? Solo es si o no.

-Yo…

No voy a mentir, estaba nerviosa por su respuesta, MUY nerviosa pero quería, más bien necesitaba que me lo dijera ya.

-Yo, lo lamento Evelyn, te amo pero como una amiga y no puedo verte como otra cosa que no sea eso -cuando dijo esas palabras todo mi mundo se paralizó. Debo admitir que en el fondo esperaba que con todo el tiempo pasado juntos, y nuestras experiencias algo podría cambiar en su corazón; pero al parecer creo que esperé mucho y terminé con una decepción peor.

-Está bien, Thomas me gustaría que te fueras.

-¿Qué yo qué? -Preguntó confundido, aunque en sus ojos pude ver un atisbo de tristeza y algo más, algo que no supe identificar.

-He. Dicho. Qué. Te. Vayas. -Tuve que hacer muchas pausas ya que me estaba costando respirar con gran dificultad, mis ojos empezaron a ver borroso y empecé a marearme.

-¿Evelyn qué diablos te ocurre? -Thomas estaba totalmente preocupado pero en ese momento yo ya no podía identificar apenas nada.

Pude ver a mis amigos aproximarse hacia mi, creo que David le pegó un puñetazo a Thomas pero mi vista estaba demasiado borrosa para ver con claridad, (si lo había hecho lo amaré por toda la vida), vi a Irene acercarse con una sonrisa triste, ella sabía en el fondo que esto iba a pasar pero también se negaba a reconocerlo, me tomó de la mano, me dio un beso en la frente y me dijo

-Si te mueres podré matarlo y no lo sabrás -yo me reí, porque a pesar de todo ella siempre sabía como sacarme una sonrisa.

-Te quiero reina, ¿lo sabes no? No te voy a olvidar incluso si me voy al infierno, te protegeré de todos los que quieran hacerte daño, a ti y a los chicos, casi no notaréis que me he ido -ella sonrió tristemente y negó.

-Siempre lo notaremos, tu presencia es imprescindible en nuestra vida

-¡David! Prométeme que me quemarás, me niego a vivir en un hoyo, si no lo haces resucitaré para matarte -él solo rió y asintió.

-Lo prometo, te quemaré y tiraré  tus cenizas por Hawaii.

-Alvarito, dame un último abrazo ¿Si? Y vosotros también -al final todos estaban llorando mientras me abrazaban y Thomas seguía en el suelo estupefacto tras el puñetazo.

Tras el abrazo, ellos se separaron y juntamos nuestras manos, me sonrieron y yo les devolví la sonrisa, luego lentamente dejé que mi cuerpo dejara de funcionar, me rendí a aquella enfermedad como no pensé que tras 10 meses luchando lo haría, dejé que las flores se esparcieron por todo mi cuerpo hasta ahogarme y cerré los ojos mientras una lágrima caía por mi rostro. Todos los recuerdos de mi último año pasaron por mi mente, desde el momento en que mis amigos y yo estábamos en la consulta y nos enteramos de la enfermedad hasta aquella cena en la playa de New York con Thomas.
Todo lo bueno y lo malo pasó por mi mente, y durante un momento pude o creía al menos, haber visto una figura encapuchada de negro que me sonreía como si fuera una vieja amiga con la que era hora de irse, yo le sonreí también de vuelta y tras contemplar por última vez a is amigos exalé mi último suspiro.

Creo que al final de todo, esta enfermedad es lo más bonito que te puede ocurrir, una enfermedad que seguro a autores de siglos atrás como Bécquer le encantaría, después de todo morir por amor siempre ha sido, es y será la form más bonita morir.

⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️⌨️
Bueno este ha sido el final de esta novela corta, espero les haya gustado sinceramente me hubiera gustado hacerlo más extenso pero las condiciones del concurso no me lo permitían si lo leen y les gusta pero lo quieren más largo díganmelo en comentarios y lo haré.

Anyel Morte 🖤

Hanaki Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu