Duan Zhenya tiene una pasión: los videojuegos. Su mayor anhelo es convertirse en una profesional y está decidida a hacer cualquier cosa con tal de lograrlo.
Encabezando la lista de los MVP en los duelos 1 a 1, es contactada por uno de los mejores eq...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El sol se cuela a través de las finas cortinas rojas, pintando la habitación del mismo color. Sentada frente al ordenador, me mantuve concentrada en la partida que estaba jugando. Con los auriculares puestos, el sonido de la arena viajó a través de mí, haciendo que mi corazón latiera con excitación. Mis dedos se movieron sobre el teclado y el mouse con agilidad y precisión. Esa conexión entre mis manos y Xenia, uno de los campeones que me ha acompañado desde mis inicios, por el que me he hecho reconocida en el juego, es instantánea, como si cada movimiento estuviera sincronizado con mi mente.
Es una danza fluida y cautivadora, donde la destreza y la precisión se entrelazan en perfecta armonía.
La pantalla cobra vida con los colores vibrantes y paisajes épicos dentro de Dragon Reign, con cada pulsación en las teclas o en los botones del mouse me sumerjo más en el juego, donde me enfrento a mis enemigos, derrotando uno a uno hasta que me acerco a la base que tengo que destruir. Solo existen las reglas del juego y el desafío de superar cada obstáculo que se interponga en mi camino.
Voy avanzando, utilizando mis mejores habilidades. Algunas gotas de sudor comienzan a recorrer mi frente, ejecuto cada movimiento con exactitud, la adrenalina que solo esto puede provocarme fluye libremente, la emoción es palpable en el aire.
Estoy en los últimos instantes y así, con los ojos fijos en la pantalla y con el corazón lleno de determinación, doy el golpe final.
«Victory» aparece en el ordenador. Sonrío disfrutando de la victoria al ver mis resultados y darme cuenta de que una vez más fui MVP de la partida. Me felicito con orgullo, sintiendo cómo mejoro cada día. Entrelacé mis dedos, los estiré y me quité los auriculares para dejarlos a un lado. Tomé mi celular y revisé el chat que durante la última semana me había mantenido con los nervios a flor de piel.
«Estoy deseando formar parte de su equipo. ¿Cuándo podemos vernos?»
Fue lo que le respondí a Cheng. Después de eso, dijo que estaría revisando mis últimos resultados mientras el equipo regresaba a la ciudad para poder reunirnos. Estuvieron en la gira de los ganadores, dando entrevistas y realizando sesiones fotográficas, las cosas que hacen los famosos deportistas. Así que le era imposible verme antes. Al menos eso me dio algo de tiempo para prepararme para lo que viene.
Con mi padre estuvimos buscando la mejor forma de hacerme pasar por un chico, si es que existe una.
Estudiamos detenidamente a los hombres de los eSports para encontrar una forma de encajar con ellos, aunque había de todo un poco, no sería difícil pasar desapercibida. Cambiar mi aspecto es la primera parte, mi cabello corto ya era una ventaja, solo tendría que cubrir los atributos más destacados. Después, la segunda parte y en mi opinión la más difícil, fingir otra voz.
Solo dos días restaban para enfrentarme a Eternity.
Ugh, me había preparado para ser diseñadora de videojuegos o una jugadora profesional, no para actriz. ¿Cómo me había dejado convencer de esto? Tal vez lo más sencillo era conformarme con lo que ya tenía, pero estaba acostumbrada a tomar los retos más complicados, como este, porque es el viaje a la transformación que experimento después de enfrentar mis miedos y salir victoriosa, era lo que me haría crecer a pesar de los riesgos y sacrificios.
