Salaverga

57 7 0
                                    

Salimos de la casa y fuimos al velorio de Doña Isabel mejor conocida por los habitantes de este pueblito como ¨la loquita¨ . En el camino comencé a ver más gente que mi abuelita no podia ver y yo por el miedo y la confusión que sentía, me le fui todo el rato abrazandola del brazo. Mi abuelita me miraba preocupada y cuando llegamos al velorio vi a la loquita parada al lado de su ataúd mirando fijamente su cuerpo sin vida .
En ese momento me hizo click en la cabeza, ¿Y si todos los que había visto ya estaban muertos?
Eso explicaría el señor que vi que se parecía a mi abuelo. Miré otra vez a la loquita y me tallé los ojos para confirmar que no era un ilusión. Seguía ahí.
Es imposible que pueda ver gente muerta o será que de plano ando esquizofrenico como mi mamá.
Mi abuelita me vio que seguía tallandome los ojos

— ¿ Qué tienes mijo?
—Puedo ver gente muerta.
— ¿Qué?
— La estoy viendo.
— ¿A quién?
— A la loquita
— ¡Jesús, Maria y José, nomás me andas diciendo mentiras y te voy a acabalar¡
— ¡ Te lo juro que la estoy viendo! Está ahí al lado de la caja.

De repente llegó una señora por atrás y me agarró una nalga, nah no es cierto nomás me agarró el hombro.

— Yo también la veo niño.
—¡Que milagro! Justo a usted la íbamos a ir a buscar orita
— Para consultarme algo de este niño supongo.
— Así es

Yo me quedé con cara de WTF y le pregunté a la doña

— ¿Entonces no estoy esquizofrénico?

La pinche vieja me ignoró y le dijo a mi abuelita

— ¿ Y este qué es de usted?¿Su hijo?
—No.. jjsjajsjajsj pus es mi nieto
— Es que la vi medio joven
—Ay.. Gracias

Gata rompe hogares como así que anda echándole la onda a mi abue. Nadie es digno de ella.
Me interpuse entre mi abue y la señora.

— Entonces ¿ Usted es la señora que hace limpias?
La doña me miró feo
—Si, y creo que contigo una limpia no será suficiente.
— ¿Por qué?
— La cara no se te va arreglar con una limpia nomás
Yo me ofendí bien feo
— Ora pinche vieja
Mi abuelita intervino
— Déjalo no anda feo, se parece a mi esposo
— Por eso.
— Tienes que superar lo que pasó Eloy
— Te dije que él no te convenía y mira como acabaste, te hubieras quedado conmigo.
— Ya no hablemos de eso. Por favor ayúdame con el niño Eloy
—....
— Porfas
— Bien, mañana llévalo a mi casa.

Eloy se fue y mi abuelita me dijo que mejor nos regresamos, ni alcanzamos a tomar ponche en el velorio y eso que nos habíamos salido sin comer de la casa. Creo que esa señora hizo sentir mal a mi abuela.





Me atropelló la combi y reencarne en una novela Where stories live. Discover now