Acompañenme a ver esta triste historia

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Apenas desperté escuché hablar por teléfono a la señora que me salvó.

- Me voy a regresar a México con el niño.

¡¡Nooooooo!! Mi vida en el primer mundo y mi despertar épico del coma cada vez están más lejos de mi alcance.
¿Qué voy a hacer si nunca despierto? ¿Qué pasa si ahora está es mi nueva realidad? Dios mío, que miedo, mejor piensa en otra cosa, como que no voy a regresar al tercer mundo....
Mejor ya no pienso en nada.

- No puedo cuidar al niño, tengo que trabajar y todavía no tiene edad para estar solo. Creo que se lo voy a dejar un tiempo a mi mamá, ella parece muy solitaria desde que papá murió, no le vendría mal un niño para que la acompañe.

- Tienes un punto, pero no estoy seguro si ella lo va a querer, sabes cómo terminó su relación con Marta, no sé si vaya a querer a su hijo.

- El niño no tiene la culpa de lo que hizo su mamá, supongo que le tendré que preguntar primero y también contarle porque Marta no lo puede cuidar.

- Entonces... ¿Qué va a pasar con Marta?

- Aunque aún no han hecho un juicio , creo que existe la posibilidad de internarla en un hospital psiquiátrico, todos sabemos que no estaba completamente bien de la cabeza desde niña. Ya sabes, como cuando veía cosas que no estaban.

- Recuerdo que por eso muchos niños comenzaron a molestarla. Pobrecita no se merecía todo lo que le hicieron.

- Bueno al menos a todos los que la molestaron de alguna manera les llegó su karma.

- Sip, aunque fue un poco raro que de repente a todos ellos les pasaran cosas malas.

- Sólo fue coincidencia, de todas maneras yo ya me tengo que ir, cuídate.

- Adiós, Rosa.

Apenas terminó la llamada se quejó

- ¡Agh! No puedo creer que siga creyendo que el Redam existe. Es todo su imaginación y creer que casi te lleva antes de tiempo.
Espero que a mi mamá le agrades, de todas maneras no tienes la culpa de lo que hizo Marta.
Aunque ahora que lo pienso no me ha llamado en más de un mes, ojalá y esté todo bien.
-....
- Jaja ¿qué hago hablando con un bebé?
De verdad que me estoy volviendo loca. Pero mientras no acabe como Rosa todo estará bien.
Vámonos.

Nos subimos a un carro y comenzó a manejar sin decir ninguna palabra y yo me dormí.

Pasó algún tiempo y otra vez estaba hablando con teléfono.

-Mamá ¿ Te molesta si te dejó al hijo de Rosa un tiempo?
Es que pasó algo y... No creo que lo pueda cuidar.
-Claro ¿Qué pasó?
- Te lo cuento llegando, ya estoy llendo para México.
- ¿Le hizo algo al niño?
-... Lastimosamente sí.
- No lo puedo creer... Ella no era así, pero de repente algo le pasó. Justo como a tu abuelo. ¿Crees que debamos ir con el sacerdote?
- ¡Claro que no má! Lo que él tenía era que estaba loco y también Rosa. Sólo espero que esté niño no lo herede de ella.
- De todas maneras lo vamos a bautizar.
- Bien, pero sólo porque tú lo dices. Aunque conste que si se pone como Rosa lo primero que vamos a hacer es llevarlo al doctor.
- ¿Recuerdas cuando tratamos de hacerle un exorcismo?
- Si... Ella se puso como loca, pero debe tener una explicación. No sé, quizás fue sugestión de creer que en realidad algo se estaba llevando su alma.
- Quizás era cierto.
- Por favor mamá, lo que tenía es que estaba safadita.
Oye ya me tengo que ir, ya estamos avanzando, te veo allá.
- Bueno...

Colgó la llamada y le volvió a entrar otra llamada.

- ¿Bueno?

Se escuchó una respiración fuerte

- No importa que hagan o a quien llamen, ninguno se librará de mi.
- Se equivocó de número

Instantáneamente colgó y siguió manejando.
Mientras viajabamos traté de recordar algo, pero no sabía qué,
¿Quién soy yo?
Ahora sólo puedo recordar desde que la loca me intentó matar.




Me atropelló la combi y reencarne en una novela Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum