Parents; 𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻

１９

Tom:

Sí, y al final Bill terminó trayendo a la bola de pelos.

-Bill, donde esa cosa haya ensuciado el auto, juro que te mato, a tí y a tú mugroso.

-Él no hizo nada.

-Más te vale.- dije por fin estacionando el auto.

-¡Noo!

-¿Ahora qué mierda?- pregunté.

-Se escapo a la calle.

-Ve a alcanzarlo.

-¡Tom, ayudame!

-No.

-¡Por favor y hago lo que tu me pidas!

-Está bien. - dije ya harto.

Corrí hacia el otro lado de la carretera para alcanzar al mugriento ese.

-Mierda, ven acá.- Lo agarré. -Bill, tengo a tu cosa.

-Ay, pensé que iba a ser atropellado por un carro.

Después de volver a cruzar la calle fuimos a la casa y entramos, no había nadie en la sala, que raro.

-¿Por qué no hay nadie?- preguntó Bill como si yo supiera.

-No sé.

-¡Mamá!

-Carajo, no grites, Bill. Aidan puede estar durmiendo.

-Ay, ya.

-Mira aquí hay una nota.- dije dirigiéndome hacia una pequeña mesa.

-¿Qué dice?

Tom, hijo... La madre de Anne murió. No quiero que ella se entere, sé que está mal, pero es para su bien, nosotros estamos encargándonos del entierro. Cuando lleguemos hablaremos con ella, Luna y Steven están donde la abuela.

-¡Mierda!.- exclamé.  -La mamá de Anne murió.

-¿Qué?

-¿Eres sordo?

-Sí escuché, amargado. Me da tanta pena ¿se lo dirás?

-Aún no.

Subí arriba en busca de Anne, quería ver como estaba. Toqué la puerta y no tuve respuesta.

-¡Anne!

-Entra.- entre y ví como ella estaba sentada a un lado de la ventana, leyendo.

-Traje el biberón y la leche para el bebé.

-Está bien, déjalo allí.- lo deje a un lado de la cama.

-Anne, no crees que sería mejor dormir juntos para así yo ayudarte en la noche con el pequeño.

-Me parece bien, ya que yo no podré sola.

-Entonces será en mi habitación ya que es más grande.

-Pero todas las cosas ya están aquí.

-No te preocupes, yo soluciono.- dije para levantarme y agarrar el celular y marcar a Georg.

-Georg, necesito de tu ayuda.

-¿Qué necesitas?

-Necesito que me ayudes con las cosas del bebé, a cambiarlas a mi cuarto.

-Oh, eso. No debe ser tan pesado, claro como yo soy fuerte.

-Ajá, si. Avisale a Gustav.- dije para finalizar la llamada.