Sujeto 21 Acto 3 Días de paz l

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— ¿Cómo te está yendo con tu entrenamiento con los Custodes?— Preguntaría, estaba enterado que ella podía derrotar con un poco de dificultad a uno y darle buena batalla a tres al mismo tiempo.

Soltaría un largo suspiro — Son fuertes, pero muy fuertes además son rápidos y se mueven como uno, saben que hará el otro antes que lo haga, es difícil enfrentar los— diría mientras que dejaba el libro y tomaba otro está vez la historia de décimo quinta guerra mundial.

— Supongo que no ayuda que no puedas usar tus alas además de usar esas pesas o ¿Me equivoco?— diría con un tono algo bromista.

Una pequeña risa se le escapa mientras, miraba a su tío el Sigilita con esa típica sonrisa de ironía que siempre tenía enfrente de su padre desde que tenía memoria. — Tienes razón no ayuda, además que ahora Valdor estará presente será más complicado y doloroso— con eso último dicho está soba un poco rostro recordando las veces que la derribaron contra el suelo.

— Bueno eso es debió que debes estar lista para enfrentar a lo que sea, tus hermanos están perdidos y no sabemos cómo se encuentran, si están bien hasta donde sabemos cuándo lo encontremos tal vez sean nuestros enemigos o no— Diría Malcador viendo fijamente a su sobrina quién fijó sus ojos ardiente como estrellas en el, esa mirada de poder que haría que cualquiera se inclinara ante ella.

—¡No serán nuestros enemigos!— Exclamaba algo molesta —Me encargaré de conquistar a los bárbaros que se rehúsan unirse al Imperio para conquistar todo el sistema y salir a buscarlos, antes que pierdan el rumbo—

Claro ahí estaba una rabieta con juramentos a ciegas, desde que notó la ausencia de sus hermanos y el hecho que no pueden ir tras ellos actualmente la ponía algo irritable, el Sigilita solo pudo suspirar y negar.

— Tranquila sobrina… por ahora debes prestar atención en el presente, no puedes perder tiempo pensando en el futuro— La tranquiliza mientras se levanta y pasa a su lado dándole unos golpes en la cabeza. —A veces te pareces mucho a tu padre con esas rabietas — Diría mientras se retira dejándola sola.

Las palabras dichas por su tío la hicieron pensar, siempre estaba tan ocupada pensando en el mañana se sentía atrapada sin hacer nada más allá que una rutina interminable — Tal vez tengas… — Al escuchar lo último dicho se molestaría — ¿¡Cómo que rabieta!?— Lo ve irse sin poder detenerlo, a veces le molestaba qué hiciera eso.

Soltando un leve suspiro tomaría algunos documentos para seguirlo.

— Por qué no cambiamos un poco la rutina hoy…—

La súper humana miraría al humano antigüo que era su tío con una cierta curiosidad ante aquella sugerencia.

—¿Qué propones? ¿Que me escapé de Valdor?—

— Algo por el estilo, además yo no lo llamaría escaparse… sería más bien entrenamiento de sigilo—

— Eso es básicamente que me escapé y me esconda de él ¿Eh?—

El Sigilita se ríe de forma descarada mientras que la golpeaba en la cabeza con su bastón.

—  ¡Ey! ¡Eso fue totalmente innecesario!... — Se quejaría la transhumana.

— Como si eso fuera a lastimarte quería sobrina— Diría con un tono burlón y sarcástico.

Mientras que ambos seguían caminando los sentidos transhumanos de la joven estallaron en alerta en un movimiento de microsegundos logró evitar un ¿golpe? ¿Agarre?

— Constantin…— Diría mientras observada detállame al hombre en frente aún era más alto que ella, una mirada fría y carente de emociones, podía cada cambio a su cuerpo desde los más minúsculos hasta los más visibles, los órganos extra y sus funciones toda esta información que ella poseía gracias a estar implantados en su mente.

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⏰ Last updated: Mar 03 ⏰

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Warhammer 40k: La Esperanza no Te Olvidó Where stories live. Discover now