La nueva realidad

El gran día

Y sin planearlo, quedó dormido por varías horas, su cuerpo reposaba sobre la cama mientras que la luz del ordenador le daba al rostro, dejando ver sus facciones de preocupación.

En el sueño, Reich se encontraba en un lugar oscuro y desolado, rodeado de sombras que parecían acecharlo desde todos los rincones. Sentía una presión agobiante en el pecho y una sensación de angustia que lo paralizaba por completo.

A medida que caminaba por ese lugar tenebroso, comenzó a escuchar susurros inquietantes que lo llenaban de temor. De repente, vio figuras borrosas moviéndose a su alrededor, con ojos vacíos y miradas penetrantes que lo hacían sentir vulnerable y expuesto, sin embargo, el llanto de un bebé lo puso alerta y caminó en dirección al lugar, llegando a una zona que simulaba ser una ciudad destruida por la guerra.

Corrió sobre los escombros llegando hasta su viejo hogar, que ahora solo eran piedras, miró todo con nostalgia, hasta que vio un rio de sangre y sobre una gran piedra un bebé atravesado por un tubo delgado, se acercó un poco, viendo al bebé con el rostro destruido.

En un momento de pánico, intentó huir de aquella pesadilla, pero parecía estar atrapado en un laberinto interminable de miedo y desesperación. Las figuras oscuras lo rodeaban cada vez más cerca, susurros siniestros resonaban en sus oídos y la sensación de peligro inminente lo invadía por completo.

Justo cuando creía que no podría soportar más esa situación, despertó con un sobresalto, con el corazón latiendo desbocado y el sudor frío cubriendo su cuerpo. Aunque al principio se sentía aliviado de haber despertado de esa pesadilla, la sensación de inquietud y malestar persistía en su mente, dejándolo con una sensación de incomodidad y perturbación.

Decidido a alejarse de esos pensamientos oscuros, se levantó de la cama y se dirigió hacia la cocina en busca de un vaso de agua que lo ayudara a calmarse. Mientras caminaba por el pasillo, notó que su teléfono móvil vibraba con insistencia sobre el sofá del salón.

Curioso por saber quién podría estar llamándolo a esas horas de la madrugada, se acercó al teléfono y lo tomó en sus manos. Al encender la pantalla, vio que tenía varias notificaciones de mensajes y llamadas perdidas. Intrigado, decidió revisar los mensajes para ver de qué se trataba.

Al ver que la mayoría de los mensajes eran de Instagram, decidió ingresar a ver lo que estaba sucediendo, olvidando por completo la fotografía que había sido publicada hace unas horas, en ese momento una llamada interrumpió su búsqueda de respuestas.

Una voz desesperada por parte de ONU lo alarmó, poniendo su mente en blanco, incapaz de entender lo que estaba pasando, simplemente se quedó de pie, con el móvil en manos, mirando fijamente el gran cristal donde se tomó la foto.

Al finalizar la llamada se sentó sobre el sofá, le habían advertido de lo que estaba pasando y que mantuviera la calma, URSS suspiró y por fin vio a que se debía tanto escandalo, ingresó a la app tan polémica en estos momentos y notó como muchos lo habían etiquetado en una foto, no era algo fuera de lo común, pero la insistencia era mayor, curioso por saber la verdad empezó a leer los comentario antes de ver la foto. La mayoría de ellos eran cómicos, mientras que otros solo pedían que viera la fotógrafa, alegando a un gorrito ruso.

Al ver la foto, sus ojos se abrieron a causa de la sorpresa, La foto en Instagram había sido publicada el día de ayer, sin embargo, se volvió viral en cuestión de horas, capturando la atención de miles de personas en todo el mundo, la foto tenía una cantidad impresionante de likes.

No podía creer la rapidez con la que la imagen se había vuelto viral y la cantidad de personas que la estaban compartiendo y comentando. En la fotografía, se podía ver a Reich con un gorro ruso blanco, con un rostro angelical y una mirada penetrante que hipnotizaba a cualquiera que la observara, y un grato blanco a su lado.

En el fondo de la imagen se podía apreciar un gran cristal que lo protegía de la lluvia, pero permitía ver la ciudad mojada por la tormenta. La combinación del alemán y misterioso con el escenario urbano lluvioso creaba una atmósfera cautivadora.

Sin embargo, no fue hasta unos momentos después, cuando URSS reaccionó. A pesar de las diferencias del pasado, no pudo evitar sentir una extraña mezcla de sorpresa y admiración al verlo en esa imagen tan impactante.

La foto se convirtió en tema de conversación en todas partes, generando especulaciones y teorías sobre quién era realmente ese chico, en verdad era Reich o era un farsante que se estaba aprovechando de la situación, Pero URSS lo sabía, si era él, su mirada era única en el mundo.