...

2 1 0
                                    

Un hombre ingresó al local, al parecer era Mateo uno de los dos muchachos que Cantuña había contratado hace ya muchos años.
Erick se había alegrado por ver a uno de sus amigos entrando al lugar,se acercó a él y lo abrazó dándole la buena noticia acerca de su boda y que están todos invitados.

Mateo: ¡Felicidades hermano! Estoy muy orgulloso de ti, después de tanto tiempo al fin vas a sentar cabeza y tener una familia.- respondió con entusiasmo mientras mostraba una sonrisa de lado y lado.

Erick: Jaja idiota tampoco ha pasado tanto tiempo.- dijo mostrándose avergonzado.

Mateo: ¡Tienes 27 años! tu hora de casarse fue hace mucho tiempo pero me alegro por ti.- respondió alegremente.

Cantuña: Tienes razón Erick hace tiempo que necesitabas casarte jaja aunque tampoco es tarde y me alegra que al fin vayas a conocer las responsabilidades que conlleva una familia. Hay muchas cosas que vas a tener que cambiar porque vas a tener que hacer un padre ejemplar.- dijo Cantuña mientras colocaba su mano en el hombro de Erick.

Mateo: Ya ves, hasta el viejo lo di... Digo hasta El señor Cantuña está de acuerdo.

Cantuña: Por cierto Erick ¿cuándo va a ser tu boda?.

Erick: Será dentro de unos meses de hecho todo está planeado para el 1 de junio, por eso todo lo que gane durante todo este tiempo será para la boda, tiene que ser perfecto, hace mucho que no conocí a una mujer tan fantástica como ella y quiero que sea especial es por eso que necesito la ayuda de usted señor con el adelanto de mi pago, quiero que las cosas salgan bien porque después de tanto tiempo al fin me siento feliz.

Conmovido por las palabras de Erick, el señor Cantuña accedió a adelantarle el pago pero antes tendría que realizar algunos pedidos que se les habían encargado.

Cantuña: Escucha muchacho, te entregaré varios paquetes que contienen clavos, tornillos, tablas de madera y engranajes, cada uno de estos paquetes tiene una dirección diferente así que trata de entregarlos todos antes de las 12:00 p.m. y cuando lo hagas te entregaré tu adelanto del pago pero si no lo haces tendrás que esperar más tiempo, puedo ser cruel pero tampoco soy injusto.- respondió Cantuña con un tono burlón. ¿Puedes hacerlo?

Erick: Por supuesto que sí señor.- respondió firmemente.

Mateo ayudó a Erick llevar los paquetes hacia el carruaje, preparaba los caballos y Erick tan rápido como pudo fue a entregar los paquetes.

Cantuña: Bien chico tenemos que ya ir preparando todo tenemos muchos pedidos hoy en día.- dijo el hombre mientras se ponía sus guantes de cuero para comenzar su trabajo.

El día pasaba con normalidad, muchos de los trabajadores estaban llegando poco a poco al local, tanto su familia como varios clientes que llegaban para pedir repuestos y solicitando alquilar cierta maquinaria del lugar. El negocio iba bien como de costumbre no había ningún tipo de inconvenientes todos trabajando con los enormes monstruos de metal, dándoles un buen mantenimiento antes de cualquier trabajo que tengan.
Cantuña se encontraba en su oficina arreglando algunos cuantos papeles sobre cuentas por pagar y listas de pedidos de varios clientes que tienen por todo el sector de Quito.
Cuando de repente sin previo aviso a alguien toca su puerta, Cantuña sin ningún tipo de duda le solicita que entre, apenas se abría la puerta puedo notar que era el Padre Vicente.

Padre Vicente: Buen día señor Cantuña, me alegra verlo de nuevo.- dijo cortésmente mientras se acercaba a su escritorio.

Cantuña: Padre, que sorpresa verlo hoy día, creí que íbamos a vernos en otro momento cuando los planos ya están terminados, ¿O será que ya están acabados?

El demonio de la catedral Where stories live. Discover now