Miedo

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-¿Acampar? ¿Nosotros? ¿Tú, en especial?.

-Ay por dios, ni que fuera a quemar el bosque -respondo sarcástica, irritada.

-Amor sin ofender -lo miro incrédula-. Aún te amo, pero casi incendias el departamento.

-Y mueres quemada como las brujas -continúa Daiana.

Ya no existe el respeto

-Fue un accidente -me excuso-. Pudo pasarle a cualquiera.

-A mi no -aclara mi novio.

-Ni a mi -agrega Niko.

-Era una idea -suspiro-. Algo diferente de la ciudad. Un descanso.

-Ram, suena increíble, incluso quiero ir. El detalle es el trabajo -la mano de Niko viaja a su nuca apenado.

Es claro que ellos anhelan ir. Cómo yo. Soñaba con salir a acampar con amigos desde que tengo ocho años. Ver las estrellas, hacer una fogata con malvaviscos, mientras reímos por chistes malos o contábamos historias de terror sobre un osos asesino o arañas poseídas.

No era muy cuerda

-Yo puedo ayudarles -la voz de Artemis hace que ellos giren en su dirección-. Una llamada y listo.

-¡¿Enserio?! -el chillido que exclama mi amiga pudo escucharse hasta en el polo norte.

-Claro, después de todo... Pinté un mural ahí.

-¿Y por ello te dejaran que nosotros libremos? -el tono confuso de Niko me contagia.

Nadie le hace caso a un cliente así por así. Arti fue contratado para pintar y terminó mandando en ese lugar desde el primer día. Cuando pidió que fuera su mesera personal.

-Dejemos en que puedo hablar y ya -dice seco. Pero amable.

Estoy orgullosa de él. A pesar de odiar a casi el mundo. Ha avanzado por abrirse, no por que se lo haya pedido, sino por que así lo quiso. Verlo sonreír más seguido. Ver como se abre con los chicos, me hace sentir orgullosa.

-¿Aceptan? -repito por última vez con el rostro arrugado.

-Yo si -exclama Dai.

-Si me come un oso, queda en tu conciencia -dice Niko dramático.

En cuanto a mi chico...

No es necesario preguntar. Si le propusiera incluso ir a un psiquiátrico, lo haría.

-Ya todos de acuerdo -uno mis manos entusiasta-. ¡A empacar!.

Salgo del piso para ir con Gennie. Obvio ella viene. Es mi cuñada.

Al dejar de hablar con nuestra amiga de cabello rizado. Decido volver para hacer mi maleta. Artemis se encuentra tirado en mi cama al lado de pato. Mientras que yo, estoy desordenando el pobre armario.

Y por pobre me refiero a que no tengo nada

-¿Crees que llevar pantalones cortos sea buena idea? -digo asomando la cabeza por la puerta del closet.

-Depende -dice para sujetar a pato-. En el bosque hay mosquitos, insectos, tierra -tira al pingüino de peluche para mirarme con una sonrisa pícara-. Claro que a mi no me molestaría.

-¡Artemis! -me sonrojo.

-Tienes lindas piernas -me guiña el ojo-. Y ni hablar de tu tatuaje.

Niego varias veces para entrar al closet. Veamos los pro y contras.

Pro:

En el día hace calor. Son más cómodos que el pantalón. Puedo nadar con ellos.

Carne y HuesoWhere stories live. Discover now