Sunland ¿Una princesa de la realeza?

CAPITULO 6

—Los ministros no te atacaron de ninguna forma, los marqueses y demás nobles tampoco dijeron tener objeción alguna sobre tu futuro reinado...— dijo mientras observaba el exterior.

—Tal vez sea porque les urge que alguien refuerce la muralla.

—Probablemente, pero eso solo significaría una sola cosa...

Me gire hacia él, sin embargo, seguía con la mirada perdida en algún lugar de la noche, la incertidumbre de saber que pensaba me consumía por dentro, por eso al no ver respuesta rápida pregunte:

—¿Qué cosa?

—Están asechando a su presa, la dejaran confiarse, sentirse plena y despreocupada...pero cuando menos te lo esperes van a atacar— dijo sin dejar de observar el exterior.

—Entonces... ¿crees que estén planeando algo para deshacerse de mi después de que refuerce la muralla? — inquirí algo ansiosa.

Volteo sus ojos verdosos hacia mí y respondió:

—No solo lo creo. Lo sé. Para ellos no eres de importancia, si no tuvieras que reforzar la muralla, ni la propia reina te hubiera traído hasta aquí...así que, debemos estar preparados y reunir los cinco elementos antes de que ellos decidan atacarte.

—No voy a darles el gusto de matarme...no sé cómo lo haremos, pero vamos a reunir a todos los elementos y mañana empezare por conseguir el primero. Obtendré el elemento luz a como dé lugar, sé que la corona se va a encender, lo presiento...

—Asumo que estas decidida y sabes lo que eso significa...

—¿Qué tendré que pelear para vivir? — inferí.

—Que tendrás que matar para vivir...y no dejar rastro— corrigió dedicándome una mirada fría, sombría, como siempre que me habla de algo que puede aterrarme, y es que hasta este momento jamás había pensado en tener que matar...pero sí se trata de mis enemigos y mi propia vida tal vez no tenga más opción.

—Entonces...que así sea.

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Para una princesa heredera que ha esperado durante muchos años el día en que será coronada como reina, hoy sería un día y una fecha memorable. Para mí, alguien común y corriente, descendiente de un ministro acusado y exiliado por traición, una chica que sin tener la menor de las intenciones termino usurpando el lugar y la vida de la futura reina de Sunland...hoy no es más que el día en el que firmare con mi cuerpo y mi sangre que...voy a vengarme. Cada humillación a mi familia será pagada, cada falso levantado en contra de mi padre será revelado y todo aquel que quiera matarme será sentenciado por su propia avaricia, hare que mis enemigos salgan de sus cuevas y cuando estén listos para atacar, estaré esperándolos para defenderme.

El día de la tan esperada coronación ha llegado. El reino entero esta vestido de celebración. Hay banderas representativas de Sunland por todo el reino, en cada balcón de cada casa, en cada tienda, en cada puente e incluso en cada vitral de cada templo. Hoy era el día en que al trono subiría un nuevo sol que iluminaría el reino reforzando la muralla.

Estaba frente al gran portón trasero del palacio en un carruaje, esperando a que los guardias abrieran las puertas para mi. Llevaba un enorme y voluminoso vestido dorado con una cola de aproximadamente dos metros, el faldón llevaba bordados símbolos representativos del sol y la piedra de sun, pedrería, escarcha dorada donada por las hadas y el corset era algo sencillo alrededor de la cintura, y pura pedrería por encima de los pechos, con magas cortas que caían sobre mis hombros. El vestido era algo pesado, y más porque de los hombros del mismo vestido caía una capa enorme del mismo color del vestido con el sol y un dragón impregnado en ella.