MHA x P3P: Second Life and Heroes

Capitulo 1: Llegada

Capítulo 1: Llegada

POV Kotone

Abrí mis ojos y solo veía blanco, todo lo que me rodeaba era completamente blanco, no podía ver absolutamente nada. Parpadeé una vez pero seguía estando en blanco, parpadeé una segunda vez y seguí viendo blanco pero algo pasaba dentro de mi... Me sentía rara, me sentía desanimada y cansada como si quisiera encerrarme únicamente en mi mundo pero a la vez que necesitaba demostrar que estaba bien detrás de la máscara de una sonrisa. Parpadeé una tercera vez y ahora si se podía empezar a ver colores, el cómo se empezaba a formar una calle, me puse mis audífonos para escuchar música y me dispuse a caminar.

Cada paso que daba hacía que el mundo empezaba a tomar formar en mi conciencia pero en lugar de sentirme asombrada solo seguía caminando como si de un zombi sonriente fuera.

El mundo a mi alrededor terminó de formarse, al parecer estaba en Japón pero no era el Japón de 2009, parecía ser un Japón futurista uno más avanzado que el mío, incluso parecía que llamaba la atención porque mis audífonos eran viejos para ellos pero no me importó las opiniones que tenían sobre mis audífonos. Mientras caminaba miraba a los lados y pude notar algo que llamó la atención e incluso levanté una ceja cuando los vi. Habían personas con características de animal o incluso características que no los hacía verse humanos, el que más destacó era una persona que parecía ser más una botella de pegamento pero pese a unas cuantas miradas nadie decía nada parecía ser algo normal en este mundo. Dejé de ver a esa persona y decidí seguir mi caminata.

Mi objetivo era la biblioteca más cercana, necesitaba información de este mundo, todo lo que podría investigar antes de hacer algo drástico, si quería empezar una nueva debía estar informada para evitar alguna tontería.

Al parecer había un problema, estaba llamando la atención porque tenía su evocador y su lanza a la vista, antes de llamar más la atención decidí irme hacia un callejón que parecía tener contenedores de basura sin saber que un "héroe" me observó.

Al entrar al callejón fui directamente a un contenedor de basura y empecé a buscar, no era lo más limpio que pude hacer pero si la más económica por decirlo de alguna manera. Busque y busque unos minutos en ese contenedor de basura hasta que encontré lo que necesitaba, una sábana sucia pero del tamaño adecuado. Baje mi lanza que me dio Theo y empecé a envolver la punta con cuidado que no se dañara la tela y ocultando el filo de lanza. Por último metí mi evocador dentro de mis ropas, ya estaba lista para seguir buscando una biblioteca en esta ciudad. Camine hasta la entrada del callejón por donde entré y lo vi ahí, era una persona extraña, un hombre con armadura negra parecida a la de un samurai y capa de color roja. No podía ver su rostro ya que estaba cubierto por un casto samurai, debajo de ese casco de metal negro había una máscara negra y también su enorme barba blanca. Parecía ser un hombre bastante serio incluso más que Mitsuru-sempai.

—¿Puedo ayudarlo en algo? — pregunté con una sonrisa, quitándome mis audífonos para escuchar lo que tendría que decir esa persona enfrente de mí.

—Solo quiero saber una cosa. ¿Porque una estudiante trae una pistola y una lanza Naginata?— El hombre con armadura negra de samurai lanzó ahora su pregunta y por algún motivo que yo no entendía, vi como si estuviera listo para pelear dependiendo de la respuesta que le brindara ¿acaso quería pelear? ¿Es algún tipo de oficial de la ley? ¿Cómo pelearía si no tenía alguna clase de arma? Fueron esas algunas de mis dudas que aparecieron pero más importante era que no quería ningún problema y si lo podía evitar mucho mejor para mí.

Le lanzaría la misma respuesta que Yukari me dio cuando la conocí. Solté una pequeña risita y saqué mi evocador —No se preocupe señor, es solo una réplica. Ya sabe cómo han estado las cosas estos días— con una sonrisa me acerqué hacia el samurai y le di mi evocador para que lo analizara. —Sobre lo de mi lanza. Es un regalo que acabo de recibir y planeaba llevármela a mi casa—contesté tranquila, aunque por una parte era mentira la parte de llevarlo a mi casa, no mentí que sobre que me acaban de regalar y creo que fue suficiente para ese samurai de armadura negra.