Felipe Otaño

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Llevo peleada con mi novio desde hace una semana por una muy fuerte discusión que tuvimos.

Hoy es el día de mi graduación y realmente me encantaría que fuera, es muy imporatante para mí que él esté.

Pasé el resto de mi noche arreglandome para uno de los mejores días de mi vida y cuando llegué al evento, miré a todos lados esperando encontrarme al chico que me tenía loca pero eso no sucedió...

Llegó el turno de ir por mis papeles, el evento terminó y mi familia y amigos me felicitaron, mientras Mati realmente insiste con que vaya a la fiesta de graduación pero yo no quiero.

Matias me convenció y terminé yendo a la fiesta algo (demasiado) desanimada, salí a tomar un poco de aire después de haber estado en la fiesta mientras las lágrimas empezaban a caer por mis mejillas, escuché mi nombre, era él llamandome mientras corría a mi lado, despeinado y con un ramo de rosas en sus manos.

Se arrodilló frente a mí tomando mi rostro y limpiando cada rastro de lágrimas que había en el.

—Lamento no haber llegado antes, me retrase, perdón bonita, no llores. —

Me abrazó mientras besaba mi cabello en repetidas ocasionen suplicandome mil perdones.

One Shots La Sociedad de la NieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora