Capítulo 4: Entre la Espada y el Tiempo.

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Aetheria toma posesión del cuerpo de Kaoru y, juntando sus manos, crea una grieta en la realidad. En un destello de luz, ambos desaparecen.

Después del escape de Kaoru y Aetheria, una figura más aparece en la escena.

Yuuki: (sonríe), Vaya, eso fue increíble, Ryuu.

Ryuu: (frustrado), Maldición, se han escapado.

Yuuki: (tranquila), Vamos, no tienes por qué preocuparte por eso. Esto nos ha servido mucho. Al parecer, él ya puede utilizar el grimorio de la creación.

Ryuu: Esto no tenía que acabar así. Él tendría que haber muerto ahora.

Yuuki: (serena), No te preocupes. Ahora, déjame curarte esas heridas.

Ryuu asiente, y Yuuki comienza a canalizar su energía para curar las heridas de la batalla. La escena queda sumida en un momento de calma tensa, mientras los dos reflexionan sobre el escape de Kaoru y Aetheria y los nuevos desafíos que se avecinan.

Yuuki: (murmura), Esto está lejos de terminar, Ryuu. Tenemos que estar preparados para lo que sigue.

Ryuu: (asiente), Sí, lo sé. No descansaré hasta que el muera.

En casa de Kaoru, tras haber escapado, ambos se encuentran de regreso.

Kaoru: ¿Quién era ese chico?

Aetheria: No tengo la menor idea, pero lo que sí estoy segura es que él sabe bastante sobre ti.

Mientras Aetheria hablaba, Kaoru se tocó el hombro, recordando las secuelas del encuentro con Ryuu.

Aetheria: (mirando a Kaoru), ¿Te lastimaste?

Kaoru: Tengo una pequeña herida, pero no te preocupes, solo me pongo unas vendas y ya.

Aetheria: Vamos, te curaré. Quizás mi curación no sea tan fuerte como la de una de mis hermanas, pero bastará para que puedas sentirte mejor.

Kaoru asiente, permitiendo que Aetheria canalice su energía curativa. Una luz suave envuelve la herida en el hombro de Kaoru, sanándola lentamente.

Aetheria: (sonríe), Así debería estar mejor. Pero, Kaoru, necesitamos entender quién era ese atacante.

Kaoru: (serio), Tienes razón. No podemos permitirnos ser tomados por sorpresa nuevamente.

Mientras Aetheria termina de curar la herida, ambos se sumergen en una conversación para desentrañar los misterios que rodean a su misterioso atacante. La tranquilidad aparente de la casa se ve contrastada por la intriga que los rodea y los eventos que se han desencadenado.

Al día siguiente, después de las clases, Kaoru se encontraba hablando con Aetheria mientras almorzaba en la azotea de su escuela.

Aetheria: Sobre lo de anoche, Kaoru, deberías estar más atento y tener más cuidado desde ahora. No sabemos en qué momento podrían aparecer nuevamente.

Kaoru: Lo sé, pero no te preocupes. Podré defenderme.

Aetheria: Eso no lo niego, pero anoche, al ver que aquel chico poseía a Lunaria, me hace pensar que hay más personas como él con otras de mis hermanas.

Kaoru: Puede ser, pero como te dije, no te preocupes. Sabré cómo defenderme. No permitiré que te hagan daño a ti ni a tus hermanas.

Aetheria: Kaoru.

Kaoru: Bien, ya está por terminar el descanso. Te veré en casa, Aetheria.

Mientras Kaoru bajaba por las escaleras, termina tropezando con una chica.

Última EsperanzaWhere stories live. Discover now