Olivia

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Esto fue lo primero que hice después de recibir plena autoridad sobre la boda:

—Me pondré en contacto con el Duque Parnell.

—¿Sí?

La expresión de la jefa de doncellas se endureció inmediatamente ante mis palabras. Más tarde me di cuenta de que la había tratado tan mal como cuando era duquesa, pero decidí ignorarlo.

¿Qué vas a hacer? Ahora realmente soy la señora de esta casa. También hicimos una promesa en el certificado de matrimonio, esto es todo.

—Pero señora, no creo que les guste.

—Por eso lo envío. Estoy seguro de que el vestido y las joyas que usé en la boda serán un problema.

La situación actual de la familia Parnell era obvia sin tener que mirar.

Sería un desperdicio de joyas y vestidos tirarlos, y si los dejas atrás, serán como una espina en sus ojos. Ésa era también la difícil situación financiera del duque de Parnell. Si fuera yo, lo habría vendido por orgullo.

'Si hay una subasta, el precio será mayor.'

Qué vestidos y joyas tan calientes. ¡Estas son las joyas y el vestido que usó Olivia Florence, quien se casó con el duque de Parnell y ahora es duquesa de Tyrone!

'Es una oportunidad de ganar más que la cantidad original, pero ni siquiera puedes pensar en ello porque estás muy loco.'

Mi elegante ex suegra creía que subastar artículos era una forma superficial de entretenimiento. A mí me pareció la excusa porque no podía participar debido a la falta de dinero.

Rápidamente anoté los documentos. Todavía sabía lo que vestía y lo que vestía. Porque eso fue lo único que obtuve de la casa del Duque.

—Dicen que lo comprarán desde aquí. No hay necesidad de ser generoso. Por favor pague el precio completo.

Pensé en cortarlo, pero me contuve porque temía que la verdad le llegara al duque de Tyrone. No es porque tenga miedo. Porque estaba realmente harto de esas caras ahora.

La jefa de doncellas miró los documentos que le entregué, anotó varias cosas y me preguntó con la tez pálida.

—¿Realmente va a volver a usar el vestido que usó en la boda anterior?

—¿Por qué no?

Me encogí de hombros.

—Preparar ropa inútil cuando no se tiene tiempo es un desperdicio de materiales y de tiempo. Después de algunas modificaciones, parecerá un vestido completamente diferente. Solo escribir las invitaciones es tan complicado que no puedo perder el tiempo en eso.

Los nobles a los que les gustaba lucirse tenían que escribir las invitaciones a mano.

En la Casa de Parnell, la gran dama, escribió la carta ella misma, pero como no había nadie en Tyrone que pudiera ser considerado adulto, yo, como futura anfitriona, tuve que escribirla.

Pero hay algunas familias nobles en la capital. Hubo tiempo suficiente para escribirlo. No tenía intención de perder el poco tiempo que tenía luchando con el sastre y visitando al joyero.

La criada frunció los labios ante mi decisión extremadamente razonable. Luego me preguntó en tono cauteloso.

—¿Pero no es siniestro?

Me eché a reír ante sus palabras sin darme cuenta.

—Esas cosas son todas supersticiones.

La boda que se celebró con ese vestido la arruiné yo. Yo era una persona que ya sabía cuáles serían las consecuencias si continuaba con el matrimonio.