viii. oh no, I'm falling in love.

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📁✶ MONTE CARLO, qualifying day.
# lando's pov.


              Claramente me hace muy feliz ver a Ludovica. Había pasado casi un mes desde su cumpleaños y creo que jamás pensé tanto en alguien. Carlos cree que estoy loco o que simplemente es mi obsesión de Mayo, pero intuyo que esta vez es diferente. Claro, no puedo decir que estoy enamorado porque no es así, pero Vic me produce cosas; verla en el circuito hizo que mi corazón pegara un brinco, no creí que fuera a venir.

―Lando, ¿puedes volver? ―preguntó Charles moviendo su mano frente a mí. La mujer que anotaba los pedidos estaba parada justo frente a mí.

―Perdón, me gustaría Spaghetti con salsa monegasca ―pedí. La chica asintió y se fue de la mesa. Al parecer solo faltaba yo.

Éramos bastantes en la mesa, tanto que habían juntado dos de ellas para entrar más cómodos. Junto a mí se encontraba Aurora, la hermana menor de Ludovica, y justo a su lado la mismísima Vic. Después su padre y su hermano, y las chicas O'Brien en frente, junto a Charles, Carlos, Schumacher padre e hijo y Arthur Leclerc. Faltaba Max, pero se había retrasado un poco festejando su pole.

―¿Cómo se ven mañana, chicos? ―preguntó Michael.

―Bien, me tengo fe a pesar de mi tractor ―respondió Charles. Todos reímos―. Sin bromas, creo que será un buen domingo, solo espero no equivocarme.

Tenía la cabeza en otra cosa como para prestarle atención a la conversación. Volví a desviarme en mis pensamientos y cuando la comida se encontró frente mis ojos no hice más que comer en silencio.

―¿Qué sucede, Norris? Estás muy callado ―dijo Mick. Negué mientras me limpiaba la comisura de los labios con una servilleta.

―Todo bien, pienso en mañana.

―Seguro te va bien, Lando, no te preocupes tanto que vas a arrugarte ―Vic se inclinó hacia atrás para que pueda verla, ya que su hermana la tapaba. Giré hacia ella y le dediqué una sonrisa.

―¿Max va a venir o no? ―preguntó Carlos, que tenía un lugar vacío a su lado el cual iba a ser ocupado por el neerlandés.

―Sí, Carlitos, aquí estoy ―Verstappen lucía unos jeans azul oscuro con la clásica camiseta de Red Bull y su gorra de visera plana. Todos en la misa giramos a verlo―. Hola, soy Max Verstappen, el mejor piloto de la parrilla. O eso dicen todos.

Benjamin Van Der Woodsen se paró y extendió su mano hacia el rubio, el cual aceptó levantando la barbilla. 

―Soy Benjamin y ellos son mis hijos ―se presentó, señalando con la cabeza a los tres rubios a mi izquierda.

―Un gusto ―dijo él. Ludovica miraba expectante la escena. Dios, si me estás escuchando, fui demasiado bueno este tiempo.

―Soy Matteo, ella es Aurora y la del medio es Lud...

―Ludovica, claro, te vi en la portada de Cosmopolitan ―dijo Verstappen. Vic apretó los labios y pasó un mechón de su cabello por detrás de su oreja.

Creo que voy a morir en este preciso momento.

―¿Por qué no te sientas y comes? Tu almuerzo se va a enfriar ―dije. Los presentes me miraron y solo atiné a bajar la mirada hacia mi plato. Max me miró y rió. Sabe lo que hace, detesto al rubio arrogante que puede llegar a ser.

El almuerzo siguió entre risas, con algunas miraditas por parte de Max hacia Lu y viceversa. Cuando todos terminamos, Lisa y Bella O'Brien propusieron mover nuestra charla hacia la terraza, la cual contaba con un lugar amplio y cómodo para estar tranquilos.

slut!, lando norrisWhere stories live. Discover now