💌(^^)One Shots Boku No Hero Academia(^^)💌

Especial 14 de Febrero❤️ | Denki Kaminari

La verdad si tenía muchas ganas de intentarlo, y quería ver feliz a mi niño que planeó todo esto
-Denki...- Hice a un lado el libros y los marcadores y le di un beso -Si quiero, quiero hacerlo-

Kaminari salió de tu habitación rumbo al baño, dijo que volvería en 5 min y que te quiera ver con esa lencería puesta y recostada en la cama, esperándolo y eso hiciste.

Estuviste un rato viéndote en el espejo, jamás pensaste tener puesto uno de esos conjuntos, pensabas que tú cuerpo, a pesar de ser muy lindo, no iba con este tipo de ropa. Sentías cada vez más la presencia de Kaminari, así que decidiste recostarte en la cama como te lo ordenó. Era tanta la vergüenza que no sabías hacia donde ver, si al techo, a la puerta, ver el celular, o simplemente a la nada.

Estaba mi corazón al tope, a pesar de que Denki conoce todo mi cuerpo, aún me sigue dando un poco de pena y más con esto puesto. Mientras estaba en mis lagunas mentales, escuché el picaporte y ese rubio que me vuelve loca entró y me vió y... Estoy segura de que jamás encontraré a alguien como el, ni en un millón de años. Su mirada era tan tierna y tentadora a la vez, era una mirada de deseo y amor, era increíble.

Por incercia me levanté de la cama y me coloqué frente a el -Te... ¿Te gusta como me veo?- Pronuncié esa última palabra y Denki ya me estaba besando. Sujetó mi mano con delicadeza y la colocó en su miembro, aún con el pantalón puesto y... Aún me sigue sorprendiendo el como mi cuerpo lo provoca.

-¿Esto contesta a tu pregunta? Oh, creo que no, debería enseñarte cuanto me gustas- Me cargó y me colocó delicadamente en la cama, poniéndose arriba de mi aún besándome.

Sus manos parecían un arroyo, no se mantenían quietas, no había lugar donde no me había tocado, hasta que sus manos se posicionaron en mis pechos. Con sus dientes sujetó unos de los ligueros del Bra, jalando un poco de él y soltandolo, provocando que soltará un gemido.

-Ahora bien, ¿Por qué no traer a un amigo a la
fiesta?- Finalmente se desnudó y fue por un encendedor y la vela. Prendió la vela y dejó caer la primer gota de cera en mi abdomen y... Dios.

Claramente, es cera caliente, obvio que dolió, pero ers un dolor muy placentero y fue inevitable gemir; esto dió pie a que el siguiera dejando caer gotas y gotas. El sentir el calor de la cera y el instantaneo dolor en mi piel me transportó a otra dimensión, me estaba gustando bastante. Siguió con mis muslos, mis pechos, pecho y abdomen.

Era inevitable no ver esa sonrisa pícara que tiene, la cual me vuelve loca, le estaba excitando verme en esa posición, y no solo era supersticiones mías, había un amigo que se levantaba para saludar.

-Dios, que linda te ves y te escuchas gimiendo, pero bueno- Apagó la vela, la dejó a un lado y cogió un condón y se lo colocó. Estaba dispuesta a quitarme el conjunto, pero me detuvo -Oh no, chiquilla
mía- Hizo a un lado la tanga y metió sus dedos, moviendolos lentamente -Te voy a coger con esa lencería puesta, te ves tan rica con eso- Sacó sus dedos de mi intimidad y los lamió mientras me sonreía -Perfecto, ahora, ven aquí, preciosa- Volvió a hacer a un lado la braga y me penetró y se sentía tan bien.

Llevamos ya 10 meses de relación y se sigue sintiendo tan increíble como la primera vez que lo hicimos. Su piel se siente tan cálida y sus manos me ponen la piel de gallina.

Mientras me penetraba, lamía y mordía un poco mis pechos, esto claramente hacia que yo soltará gemidos y jadeos, el al darse cuenta de esto, me puso la mano en la boca y con esa voz que me encanta -Shhh, silencio mi niña, no hagas tanto ruido- Me dió un beso en la frente y sus embestidas comenzaron a aumentar, haciéndome gemir aún más, pero no sé percibían.

Un vaivén de su miembro con mi cavidad hizo que gimiera súper fuerte y se me saliera un "Hazme tuya" Esto provocó que me pidiera que lo abrazara con mis piernas y me colocó ahora la mano en el cuello, haciendo un poco de presión -Dime de quién eres, preciosa- Estaba sonrojado, sudando, veía como las gotas del sudor caían en su abdomen tan rico, su voz tan preciosa y su actitud dominante me estaban poniendo tan mal.

-S-soy tuya- Ya estaba teniendo espasmos, estaba apunto de llegar.

Echó la sabana de mi cama encima de nosotros, y de nuevo nuestras pieles chocaban entre si, y su voz y respiración agitada se posicionó en mi oido
-¿Quien es el único que te puede coger?- Sus labios atacaron mi cuello, besándome y dejando leves mordidas.

-Dios, solo tu, solamente tu me puedes coger.

-Así es, solo yo puedo metértela- Sus estocadas iban aumentando la velocidad y más y más y más hasta que... Pum, ambos llegamos al orgasmo, el orgasmo más delicioso que he tenido en mi vida.