El más feliz de todos

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—¡No quiero ver! —exclamó Jihyo, cubriéndose los ojos— ¡No le den play!

—¡Ya vimos los anteriores! ¡Es tu turno! —respondió en el mismo volumen Jeongyeon.

—¡Por lo que más quieran, no lo veamos!

—¡Pues tú no veas! —Nayeon le dio un empujón y la apartó del grupo de chicas amontonadas que miraban el teléfono en las manos de Momo.

—¡Ustedes tampoco, por favoooor!

Este es el chocolate que hice después de entrenar por diez años... —muy tarde, el teléfono ya estaba reproduciendo el video.

—¡Noooo! —Jihyo se lanzó al piso y cubrió su cabeza con ambas manos, como si fuesen a golpearla.

—... ¡Acéptalo! ¡Acéptalo, por favor!

Las ocho chicas que no estaban en el piso estallaron en carcajadas.

—¡Pero si te ves muy linda! —Sana tomó sus manos y las quitó de su cabeza.

—¡Ya deja de lloriquear, todas hicimos el ridículo! —Jeongyeon agarró su brazo y la forzó a ponerse de pie.

—Mira a Mina, es el próximo que veremos y está como si nada —indicó Nayeon a la menor.

—¿El mío? —se apuntó a sí misma la japonesa.

—Sí, vamos en orden de edad, ¿no? —dijo Momo, buscando el siguiente video.

—¡Chaeyoug, no empujes! —reclamó Dahyun, al sentir como la otra chica se metía entre ella y Momo para ver mejor el teléfono.

—¡Es que no veo! —se quejó con un puchero.

—Bueno, ya pasó lo peor, ahora puedo disfrutar de los videos de nuestras lindas maknaes —Jihyo se frotó las manos como si no acabara de hacer una escena dramática y se puso de puntitas para ver por sobre el hombro de Sana.

Trabajé duro en hacer estos para todos —otra vez se escuchó sonar el teléfono—. Por favor, acéptalo.

Mina apretó los ojos con fuerza y arrugó la nariz, sintiéndose avergonzada de sí misma.

—¡Yo quiero uno, por favor, Mina! —molestó Momo.

—¡Yo también, ya que te esforzaste tanto en hacerlos! —le siguió el juego Nayeon.

—¡Trabajó tan duro! —siguió Jeongyeon, acercándose hasta la japonesa y apretando sus mejillas.

—¡Ya! —Mina quitó las manos de la mayor de su rostro e hizo un puchero— ¡Dejen de molestarme!

Los ojos de Mina se dirigieron por inercia hacia Chaeyoung, esperando que la defendiera. Chaeyoung la estaba mirando, como siempre, y cuando abrió la boca para decir algo, fue interrumpida.

—Bueno, ahora veamos el mío, ¡para que vean como se hace! —pidió Dahyun, orgullosa de sí misma.

Chaeyoung cerró la boca, sin haber dicho nada y Mina le sonrió levemente, sabiendo cuál era su intención.

Escucharon el video de Dahyun reproducirse, Chaeyoung volteó de vuelta al teléfono y Mina se acercó al montón de chicas.

—¿Ven? Así es como se hace un video de San Valentín —la blanca chica hizo el gesto de quitarse el polvo que no tenía del hombro.

—¡Es aburrido si no te da vergüenza! —se quejó Tzuyu.

—Bueno, pues no tengo nada de qué avergonzarme y no seré el hazmerreír de nadie —dijo dramáticamente.

El más feliz de todos (Michaeng)Where stories live. Discover now