ECOS de un ADIÓS | CACHÉ

Un leve acercamiento

POV Poché

Seguía como estúpida esperando la señal que me daría el imbécil de Alejo, pero no recibía nada, ni siquiera la mínima señal, solo observaba como estos dos llevaban un par de horas bebiendo y a las carcajadas.

Furiosa me apresuré a salir de la camioneta dispuesta a entrar al bar, sin embargo, al dar un paso dentro del lugar, noté como Daniela se levantaba de su lugar y al dar un paso tropezaba con una silla de la mesa de alado. Estuve a punto de salir corriendo para evitar que cayera, pero me detuve antes de emprender la carrera ya que Daniela se incorporó rápidamente dispuesta a seguir su camino en dirección al baño.

No pasó desapercibido, la reacción que también tuvo la mesera al notar como Daniela tropezaba, sin embargo, esta también permaneció en su lugar sin moverse.

Desde que me encontraba en la camioneta, observé que la mesera le prestaba demasiada atención a Daniela. Era más atenta a la mesa donde permanecían y cada ciertos segundos se acercaba a preguntar si requerían algo más, también en la forma en cómo se dirigía a ella, ya que, siempre le sonreía coquetamente y al mismo tiempo se sonrojaba cuando Daniela la miraba directamente o le sonreía.

Vi a Daniela entrar al baño y retomé mi camino hacia Alejo. Al llegar tuvimos una pequeña discusión, discusión la cual no duró más de cinco minutos, ya que con Alejo jamás se puede hablar seriamente, siempre se lo toma a relajo.

Continuaba con él, cuando Daniela salió del baño, me levanté dispuesta a dirigirme a saludarla, sin embargó mis ojos captaron la figura de la mesera yendo hacia ella, decidí quedarme parada viendo dicha escena y Alejo solo me miraba divertido. Luego sentí que la sangre se me subió a la cara, cuando Daniela le tocó el hombro y le sonrió ¿coquetamente? A mí parecer así fue, vi una sonrisa en Daniela que jamás había visto.

Ya no pude contenerme más y me dirigí hacia ella, me coloqué detrás dispuesta a hablarle, pero esta se dio media vuelta rápidamente, provocando que chocara con mi pecho. Cuando levantó la mirada, su cara de desconcierto se hizo presente, noté cómo habría los ojos como platos al dar con mi cara y de su boca salió "¿Qué haces aquí?".

Me quedé estática al verla, estaba malditamente hermosa y muy seria, me mostraba una emoción diferente a la que tenía hace unos segundos atrás con la mesera. No me percaté de cuánto tiempo llevaba mirándole los labios, me perdí en mis pensamientos al querer morderlos y saborearlos a mi antojo. Fue así hasta que vi como formuló un "¿mmmm?", tragué en seco y levanté mi mirada.

-"Buenas noches también para ti Daniela y gracias por las disculpas" - le contesté de manera cortante. A pesar de haberme perdido en esos labios tan carnosos, no se me había olvidado de que minutos atrás estaba muy contenta con la mesera y a mi me pone su "peor cara", porque claro, aunque Daniela se mantenga seria, eso no le quita que se vea aún más malditamente buena.

- "No estoy para tus comentarios tontos María José, ¿Qué haces aquí?" - Me contestó algo molesta y eso intensificó más mi molestia.

-"Te recuerdo que soy tu jefa, así que evita faltarme al respeto y estoy aquí al igual que todos los que están en este lugar" - No pude evitar contestarle de esa manera, me ofendía que se comportara así, no venía para disgustarla, sino todo lo contrario, quería salir con ambos y disfrutar de la noche. Claro, también esperaba tener un acercamiento con ella.

- "Mira María José, he tratado de ser amigable contigo, pero tu parte arrogante y de la manda más, me recuerda que no tengo porqué serlo. Dentro del estudio eres mi directora o "jefa" como quieras llamarle, pero aquí no eres más que una desconocida. Jamás me ha gustado mezclar lo laboral y estudios con mi vida personal. Así que, por favor, dame permiso que voy a pasar". -
Me quede estática por lo que me dijo. Daniela no era nada inmadura a pesar de la edad que tiene, no es que nos llevemos muchos años, pero no era el tipo de comportamiento que esperaba de ella, no al ver cómo son sus compañeros.