–¿Y qué hacía Greta en su auto?
Pregunta Mónica, acercándose a nosotras.

–No lo sé- responde Kali– Solo los vi conversando, y parecían entretenidos.

Frunzo el ceño.
¿Hace lo mismo con todas?

–Es todo un gentleman- comenta Ariana, sonriente– Es muy simpático... seguramente le gusta llamar la atención de las chicas.

–¿Pero eso no es peligroso?- pregunta Mónica, seria– La verdad, no me agrada mucho el maestro Lynch... me mandó a detención solo por pedirle si podía ir a los servicios, creo que deberíamos reportarlo con la directora.

–No creo- dice Kali rápidamente– He escuchado muchas veces que Greta está obsesionada con él, capaz ella se metió a su auto y estaban conversando de alguna clase o algo así.

–Sospechoso- susurra Ariana.

–Creo que deberíamos tener cuidado con él y mucho más en este evento.

–¿Los profesores vendrán?

Miro a Mónica.
Ella asiente.

–Tienen que estar aquí, controlando todo... digo, es como un evento después de todo, ¿no? Si gana nuestro equipo se armará todo un lío, y si perdemos... pues lo mismo.

El maestro Lynch estaría aquí.
Observando todo.
O quizá quién sabe, hablando con alguna estudiante estúpida.

–¿Te ayudo a probarte el uniforme?- me pregunta Kali. Y sin preguntar, le quita uno de estos a Mónica. Me toma de la mano y tira de mi hasta salir de la cancha de gimnasia de la universidad– ¿Te encuentras bien?

–Sí, solo me sorprendió lo de Greta- respondo– ¿Hace cuanto los viste?

–Hace 20 minutos, ¿por qué te sorprendió?

–Porque no lo sé- suspiro– Quizá lo que dice Mónica sea cierto, quizá él es peligroso y no debería de enseñar aquí.

Miento.
Intentando salvarme de todas sus preguntas, pues sé muy bien que si sigue haciéndolas, acabaría contándole todo.

–No lo creo- responde Kali, tranquila, tomándome de nuevo de la mano– ¿Te ha hecho algo a ti?

No.
Solamente fuimos a comer juntos, acabé en su casa con su cara entre mis piernas... luego vino su ex e interrumpió todo.

–No- respondo.

–No creo que sea una mala persona, solo hay muchas chicas hormonales que lo acosan... digo, hay muchas personas que quisieran tener algún tipo de intimidad con él, es un fetiche.

Asiento.
Intentando sentirme tranquila.

–Este uniforme, es muy pequeño- comenta Kali, observándolo a través de la bolsa transparente en la que está guardado.

Pero realmente eso es lo que menos me importa ahora mismo.

Puedo darme cuenta como las puertas de la universidad se abren. Dejando entrar al maestro Lynch y a Greta juntos. Greta está sonriente y el maestro Lynch está serio, pareciera que está apurado.

Observo la hora en mi teléfono.
Son las 5:30p.m.

Ya no hay clases ni algún tipo de detención por el evento del juego de nuestro equipo de fútbol americano con otra universidad que vendría a eso de las 7:30.

¿Qué hace Gretta aquí?

Puedo sentir como la mirada del maestro Lynch luego de una semana, por primera vez luego de mucho tiempo, vuelve a cruzarse con la mía.

No dejo de mirarlo.
Seria.
Sin expresión alguna.
Tengo unas terribles ganas de ir detrás de él y darle un buen grito por todo lo que ha tenido que pasar mi mente gracias a todo lo que ocurrió.

–¡Buenas tardes maestro Lynch!- exclama Kali.

El sonríe, sin mostrar los dientes.
Y quita la mirada de mi para seguir caminando al lado de Gretta.

Maldita arpia.
¿Y qué hay de él?
¿Por qué me ignora de esa forma?

–Te quedará lindo.

–Kali, no soporto a Ross Lynch.

–¿Ross Lynch?

–El maestro Lynch.

Kali ríe.

–¿Por qué?

–Tienes que prometerme que no dirás nada, ni a tu tóxico novio.

Rueda los ojos.
Tira de mí, haciendo que nos sentemos en una banca que hay en medio del pasillo.

–Lo prometo ________.

Y así es como procedo a contarle absolutamente todo lo que sucedió entre el maestro Lynch y yo.
Soportando en cada palabra las terribles ganas de llorar que tengo debido a su rechazo e indiferencia.

Kali, al inicio no lo creía. Y realmente no tenía como sustentárselo lo, pues no existen chats nuestros ni tampoco mensajes de textos.
Pero pude darme cuenta que fue creyendo en mí por mi tono de voz y las expresiones que manifesté en medio de la conversación.

No la culpo.
Yo tampoco le creería si me cuenta que ella estuvo con algún maestro.

–¿Crees que no le gusté?
Le pregunto.

Sintiendo lágrimas en los ojos.
Kali niega.

–Es un pendejo _______- me dice, preocupada. Me da un abrazo– No deberías estar así por él, tiene muchos más años que tú.

–Yo lo sé, pero no puedo evitarlo, todo fue tan horrible- susurro– Todo es culpa de su ex.

–Hace lo mismo con varias estudiantes- niego– _______, yo lo he visto.

–No creo le haya hecho sexo oral a todas.

Kali suspira.
Sin saber que decir.

–No quiero que digas ni una palabra de esto, porque él tendrá problemas, pueden echarlo de la universidad por esto.

–No diré nada _______, pero detesto verte así... por eso has estado tan perdida toda esta semana.

Asiento.

–No se que hacer para recuperar mi autoestima... siento que no le gusto, siento que no le gustó haber hecho eso conmigo...

–¿No estás enamorada de él?

Niego de inmediato.

–Solo me golpeó el ego- respondo, totalmente segura– Ryder es la única persona a la que pude amar.

–Entonces te ayudaré.

–¿A qué?

–A qué se arrepienta de haberte ignorado.

Frunzo el ceño.
Nunca le había comentado a Kali algo tan a fondo con respecto a mi vida íntima (relaciones), ni siquiera sobre Ryder. Siempre que le contaba algo, era por encima.

A excepción de ahora.

Nunca he recibido ninguna ayuda suya para alguna situación así.

¿Kali realmente sabe de estas cosas?

–Se arrepentirá, _______, te lo aseguro.

Maestro Lynch | Fanfic.Where stories live. Discover now