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Checo había terminado de recoger un poco su departamento cuando una llamda entró a su celular, dirigiéndose rápidamente a donde su celular timbraba antes de poder despertar a la bebé por el ruido. Cuando vió la persona que estaba llamando, sonrió y contestó sin dudarlo.

-¿Bueno?

-¡Hola, Checo! ¿Cómo está mi bebé?- La voy de Max sonó desde el otro lado de la línea, parecía contento.

-Hey, Max. Lily está dormida junsto en este momento, estaba aprovechando para hacer algo de limpieza antes de que se despertara. Se está portando muy bien hoy, comió tal como me dijiste y logré sacarla al aire para que no la molestara después, se entretuvo un rato en el porta bebés y ahora está dormida en la sala, le puse un poco de música para que no escuchara los ruidos del exterior.- Explicó mientras miraba por el pasillo a la sala comprobando que la bebé estuviera durmiendo.

-Oh me alegra escuchar ello, realmente me procupaba que tuvieras problemas con que pudiera llorar o estar inquieta, pero me alegro que no esté dando problemas.- Soltó un suspiro, escuchándose un par de voces de fondo.

-No he tenido ningún problema, tu bebé es muy bien portada y linda.- Sonrió aunque no lo viera y prosiguió.- ¿Qué tal el trabajo? ¿Cómo te está yendo?

-Bien, realmente es un buen sitio. La empresa es demasiado grande debo de confesar, solo en el piso que estoy trabajando es muy grande, el resto es mucho más; conocí a mis superiores y han sido amables, creen que yo pueda quedarme de planta si muestro interés, dicen que por ello me enseñaron los demás departamentos por si aspiro a seleccionar uno. Me han hecho sentir bienvenido, así que no me quejo en absoluto, a estas alturas me siento bien en donde puedan aceptarme.

-¡Eso está demasiado bien! Espero que te puedas quedar de planta ahí, pareces realmente emocionado por el lugar. Disfruta mucho tu trabajo, sé que te esforzarás para que puedas quedarte ahí, Lily debe estar orgullosa de su padre.

Max no contestó de forma inmediata, pero sonrió ante el comentario.

-Muchas gracias, Checo. Ahora debo irme, mi hora de descanso está acabando pronto y aún tengo que hacer un par de cosas, nos vemos más tarde.

-Adiós, Maxie. Llévalo con calma y regresa a salvo, Lily te estará esperando para entonces.- Con una última despedida, colgaron y siguieron con su rutina.

Max se encontraba un tanto cansado para cuando salió de la oficina, despidiéndose con una sonrisa amable de sus nuevos compañeros y se dirigió caminando hacía la parada del autobús.
Deseaba tener su automovil para trasladarse más fácil, pero era cuestión de un par de semanas para poder ahorrar un poco y llevarlo al mecánico, había visto un par cerca de su trabajo y había anotado sus números por cualquier cosa.

El trayecto a su hogar había sido algo largo por todas aquellas paradas, no solo era la hora de la salida de los trabajos, sino también de escuelas y demás, llenándose el autobús de forma rápida. Cedió su asiento a una señora mayor y se dispuso a ir de pie, solo deseando poder llegar más rápido para poder ver a su hija, la había extrañado todo el día y no podía esperar para poder cargarla y darle muchos besos. Entre sus pensamientos el camino pareció acortarse, percatándose que la próxima parada se trataba de la que se encontraba cerca de los edificios por donde vivía.

Bajó del autobús una vez que pagó, suspirando al poder por fin relajar sus músculos después de estar sosteniéndose del tubo para evitar caer y los empujones que daban las personas al pasar. Decidió caminar hasta su departamento, tratándose de un par de cuadras y así poder mover sus piernas después de tantas horas de pasarla sentado y en una misma posición.

Para cuando llegó al edificio, decidió subir por el ascensor y picando el botón que correspondía a su piso esperó a que las puertas se cerraran antes de recargarse sobre la pared, cerrando los ojos. Probablemente caería rendido en la cama, se sentía demasiado agotado más por el traslado al trabajo y del trabajo a su hogar como de las horas que pasó trabajando. Se hizo una nota mental de lo que debería de hacer al día siguiente cuando el ascensor se detuvo en su piso, abriendo las puertas para que pudiera salir y caminar hasta el departamento de Checo, tocando la puerta cuando llegó frente a ella.

𝘚𝘢𝘷𝘦 𝘮𝘺 𝘭𝘪𝘧𝘦 | ChestappenWhere stories live. Discover now