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hacía un clima frío en la isla, comenzaba a anochecer y los faros del centro se habían encendido gracias a esto, se veía completamente iluminado.

roier iba caminando con una bolsa de pan que había comprado para comer con café caliente en compañía de cellbit y richarlyson, lo estaban esperando en casa, pero su paso comenzó a volverse lento cuando una conocida melodía lo había cautivado, eran los acordes de una guitarra acústica que no se escuchaba muy lejos de donde él iba caminando y, mientras más se acercaba, mejor podía escuchar las notas identificando la canción.

"¿te molesta? aguanta, por favor, te lo juro estoy a punto de olvidarte"
ahora que estaba más cerca, el castaño pudo identificar la voz que cantaba aquella melancólica canción, pero había quedado atónito al identificar quién estaba cantando.

— solo falta un millón de primaveras, unos cuantos siglos solo he de adorarte.— era la voz de quackity, la identificaba perfectamente. hacía mucho tiempo que no lo miraba por la isla y, encontrárselo de nuevo, hacía que su pecho se sintiera algo presionado.

unos cuantos años atrás había estado en una relación con quackity, tuvieron que distanciarse gracias a que el pelinegro había tenido irse a otro lugar, lugar el cual roier nunca supo cuál fue, siempre fue un misterio para él.

"lo siento mucho, roier, necesito irme lejos de aquí, pero no te preocupes, estaré bien.- el pelinegro le regaló una sonrisa al contrario y posó su mano sobre la mejilla de roier acariciandola suavemente.- y también sé que tú estarás bien... no sé cuando volveré pero prometo que nos volveremos a ver.- su otra mano la posó en la otra mejilla de roier para con ambos pulgares limpiar las lagrimas que comenzaban a recorrer las mejillas del castaño, acercándose finalmente al chico para depositar un beso en sus labios, el ultimo beso de ambos."

el recuerdo de la ultima vez que había visto a quackity se había reproducido en la mente de roier de manera automática, haciendo que sus ojos se cristalizaran y unas cuantas lagrimas bajaran por sus mejillas, limpiándolas casi al instante.

por suerte, tenía varias personas enfrente que lo cubrían y quackity tenía la cabeza agachada para ver su guitarra y tocar los acordes de manera correcta, por lo que no lo había visto aún.

— solo falta un millón de primaveras, después de eso, ya no vuelvo a molestarte... oh no, no volveré a cantarte, si te molesta... si te molesta...— cuando el pelinegro terminó de tocar la canción, roier se dio la vuelta y caminó a paso apresurado para llegar a su casa.

quackity se quedó en su lugar, había visto de reojo una silueta que se le había hecho familiar pero no pudo ver bien el rostro de aquella persona.

recién había regresado a la isla, como no tenía un trabajo ni dinero se había decidido en tocar canciones en la plazuela de la isla para poder ganar un poco de dinero y al menos sobrevivir así, cosa que le estaba funcionando, sin embargo, su meta inicial era poder ir a hablar con su amado e intentar explicarle el motivo del por qué se marchó, habían pasado dos años ya pero quackity seguía amando a roier con la misma intensidad, era como si el tiempo no hubiera pasado para él, y de verdad deseaba poder estar en sus brazos de nuevo.

Where's my love?; SpiderduckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora