En un mundo salvaje, donde la naturaleza reconquisto las ciudades abandonadas, habiendo peligros en cada esquina. En este se encuentra una tribu de gatos babosas, en la que se encuentra uno el cual espera vivir una vida tranquila... Pero no sabe lo...
Despierto cerca de Spark, con Miguel recostado en él.
Miro alrededor de la cueva. Solo habian algunos gusanos que habimos dejado vivos, y la entrada de la pequeña cueva.
No encontré a Héctor por ningún lado y su supervisor tampoco.
Me levanto y comienzo a mover a Miguel, y por consecuencia, tocar un poco a Spark que estaba al lado.
— No quiero levantarme pa... Dame 5 minutos más...
Miguel no parecía querer levantarse, y como teníamos que encontrar a Héctor, no tenía mucha paciencia.
Agarre a Miguel y lo levanto, para soltarlo y que se golpee de cara contra el suelo.
— Ach... ¿Qué haces? Se mas gentil, ¿o prefieres que yo te levante así?
— Levántate, Héctor desapareció y no sé a dónde se fue.
Ahora con un Miguel despierto y con Spark comenzando a caminar por la cueva, incluido el techo, ya estábamos listos para buscar a Héctor.
Miguel agarro su máscara y todos salimos de la pequeña cueva.
Lo primero que llamo mi atención fueron unas torres que subían hasta una esquina de un cubo en medio del cielo, que tenía unos soportes extremadamente grandes y se veían muy lejos del lugar. El cubo sobrepasaba las nubes blancas, así que no podía ver que tan grande era, y por momentos, se veían luces azules provenientes de este.
Después de mirar unos segundos al cielo, comienzo a caminar hacia alguna dirección, sin confianza de a donde podía haber ido.
Caminamos por alrededor de unas torres que parecen subir hasta el cubo, con la esperanza de encontrar a Héctor, pero solo encontrándonos cadáveres de lagartos de varios colores y moscas murciélagos, comiéndolos en el camino.
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Seguramente esta matanza fue ocasionada por Héctor, así que decidimos intentar seguir el rastro de cadáveres. Aunque lamentablemente, solo había cadáveres alrededor de la torre, sin señalar a ningún lugar en concreto o hacia dentro de la torre.
— Samuel, tengo una idea.
Miguel, que estaba justo detrás mío, se acercó hacia Spark.
— Hey Spark, ¿puedes encontrar a Héctor?
Spark no parecía entender, mirando a Miguel por unos segundos, donde este se desanimaba cada vez más.
— No pierdas la esperanza Miguel... Me diste una idea.
Yo arrastre a uno de los cadáveres de lagartos, que pesaba bastante, hacia Spark.
El cadáver tenia cortes por todo su cuerpo, con alguna que otra mordida. Era de los cadáveres menos destruidos que estaban por ahí.
Spark al ver una gran comida, comienza a comerse el lagarto.
