El día

36 4 0
                                    

Hoy por fin después de meses, la pequeña Sumi, había cumplido la mayoría de edad en constelaciones, 15 años, lo que significaba una cosa, ahora si todos tendrían que avanzar y tomar el siguiente paso para gobernar, todo estaba ya arreglado, antes de que aquello pasara nuestros jóvenes lucharon por su libertad y su justicia, se llevaron golpes de realidad al saber que sus voces jamás serían escuchadas, incluso la señora Luna no podía ayudar a su hijo esta vez ya que era algo de suma importancia para todos los planetas, así duraron por muchos meses entre el duro y arduo entrenamiento, para finalizar en este día, todos estaban reunidos en el palacio de Sumi, tuvieron  que celebrar en su habitación ya que sus padres y su hermana no querían ruido, sabían que apartir de este día nada volvería hacer igual pero querían disfrutarlo con toda la alegría que se pudiera, todos eran como hermanos ahora, nadie tenía problemas con alguno de ellos y siempre que alguien tenía un problema externo se buscaban en forma de ayuda, solían salir a divertirse a escondidas de todos.

Después de muchas sonrisas y risas llegaron al salón donde se reunían los planetas, ellos estaban sentados en una mesa rectangular mientras que los jóvenes estaban en otra frente a ellos, el maestro Satoshi y el Guardián Tetsuo se mantenían en otra mesa para ser la voz de la justicia, nuestro rubio tenía miedo por lo que se decidiera ya que el no tenía intención de casarse con alguien a quien no amaba y más si era por obligación, aún tenía interacciones con Kirishima y Arata así que cada vez era más confuso el que sentía, todos se quedaron helados cuando por fin empezó la dicha junta 'Sean bienvenidos los líderes del universo y constelaciones,  pero ahora nos acompañan vuestros herederos' ese fue el Guardián, después de decir aquello nuestros chicos tenían aún más nervios que antes 'Como saben, esta junta fue dada para la asignación de parejas que conformarán un matrimonio y gobernaran a su lado, quiero que sepan que estas ya fueron decididas' cuando termino de decir eso ahora si, los nervios que guardaban se convirtieron en una rabia hacia ellos '¡No esperen que aceptemos esta mierda!' Arata, '¡No pueden hacer esto sin nuestro consentimiento!' Akiro, '¡Vayanse a chuparla viejos de mierda! Aneko, '¡Esto es muy injusto no pueden hacer tanta atrocidad! Azami, '¡No somos putos objetos para que nos traten como si no valieramos nada! Touma, '¿Por qué nos hacen tanto daño, qué les hicimos? Akane, '¿Si quiera lo consultaron con nosotros, que mierda les pasa? Haruki, '¡No pueden obligarnos! Oyuki, '¡Esto es una estupidez total que solo ustedes pudieron idear! Minako, '¿Acaso no existe otra maldita forma? Megumi, ¡Vayanse a la total mierda si creen que estamos de acuerdo en esta pendejada! Bakugou, todos quedaron en silencio, nuestros jóvenes se levantaron de la mesa furiosos y llenos de valentía como nunca habían visto, incluso el Guardián quedó perplejo a la reacción de aquellos chicos, sus padres no podían creer lo que decían, la señora Luna jamás quiso aquel daño a su niño pero no podía hacer nada más que ver esos ojos de total desesperación que todos tenían, otras mujeres planetas pudieron verlos igual, pedían a gritos que aquello no se realizará, sin esperar el padre de Touma, Arata, Akiro y Sumi se levantaron solo para darles una fuerte bofetada que resonó por todo el lugar incluso quedando en el suelo, antes de que otro golpe llegara los demás jóvenes se interpusieron en forma de barrera listos para usar sus dones si era necesario, todos fueron sentados y callados por el gran poder del señor Tetsuo y el señor Satoshi, ellos igual no podían hacer nada pues esas reglas se construyeron para un balance universal.

Después de casi seis horas seguidas hablando sobre el matrimonio y el reino   por fin había llegado a su fin aquella reunión, nuestros pequeños jóvenes fueron enviados a la sala de entretenimiento a su lugar de descanso, estaban devastados, el brillo de sus ojos yacía apagado y sus miradas parecían vacías, al llegar solo pudieron llorar, esta ves nadie se contenía y duras lágrimas corrían por sus mejillas de todos, algunos incluso se derrumbaron en el suelo abrazándose a sí mismos siendo consolados por algunos de ellos mismos, en esas pocas seis horas llenas de crudas palabras llenas de odio, rencor y desprecio que pudieron recibir, sus padres habían descargado todo lo que llevaban por dentro a sus pequeños hijos, dejando a la luz varios secretos, Katsuki se entero que su padre era la mismísima Tierra, que el Sol estaba bajo un hechizo por la misma familia de Polaris, que el Sol y la Luna tenían una amistad que de igual forma fueron obligados a quedar juntos, tantos secretos fueron llevados a la luz que se formaron peleas entre todos, se sentían de la peor forma, se enteraron por accidente de lo que pasaba entre Arata y Katsuki, algunos los llamaron putas y los insultaron bastante, los planetas y alguna que otra constelación se había ido por los golpes, al final de todo, las chicas ya tenían a su prometido al igual que los chicos, los presentaron y eran unos totalmente fuera de ellos, seguían llorando recordando como incluso sus mismos padres dijeron que sería su condena para toda la eternidad.

Los días pasaban, Katsuki volvió a sentirse miserable cada día, sus amigos al enterarse el porqué también estaban muy enojados, sus pequeñas hermanitas no tenían porque saberlo y para el sería lo mejor, trataban de animarlo pero no funcionaba, los entrenamientos tanto de la Academia como del especial cada ves eran más duros, cada que iba al salón de entrenamiento siempre era la misma aura depresiva y sin esperanza, ahora que oficialmente estaban comprometidos no había nada que hacer y solo esperaban el día que completarán todas las pruebas para hacerlo oficial tanto el matrimonio como la coronación de todos ellos. Cada maldito día era un infierno para ellos, no contaban con la ayuda de nadie, no les importaban que sus manos fueran cubiertas con sangre propia, su cuerpo fuera a romperse a ellos nunca les importaría, todo parecía perdido pues nadie tenía alguna esperanza hasta yacían en el suelo todos juntos tosiendo muchas veces y quejándose del dolor, el Guardián había salido por la puerta sin siquiera verlos, todo se nubló en sus mentes ya no existía esperanza hasta que como si un rayo de luz hubiera iluminado sus ojos el maestro Satoshi apareció tendiendo la mano a cada uno de ellos y sanandolos por completo 'No crean que están solos en esto idiotas, no descansaré hasta que sean libres mis chicos, el guardián me tiene atado al igual que los demás planetas me vigilan por eso no podía hacer nada' después de esos los llevó a que comieran por horas ya que no había probado comida alguna, pensaron que se trataba de alguna trampa pero al ver que incluso se había arrodillado por conseguir su perdón fue que entendieron que dentro de aquella oscuridad podría haber una luz radiante 'Mis jóvenes aprendices, no piensen que cargaran con todo este peso solos, sus corazones son tan ardientes al igual que su alma está llena de valentía jamás vista, aquel día que se levantaron podía ver en sus ojos una determinación inigualable que deseo verla de nuevo, si necesitan una mano aferrense a la mía y no pienso soltarlos porque ustedes me enseñaron bastantes cosas que le tome un cariño enorme' todos se quedaron en total silencio mientras que unas cuantas lágrimas traicioneras bajaban por sus mejillas de manera rápida y tortuosa, no pudieron evitar darle un fuerte abrazo cuando el maestro Satoshi abrió sus brazos en señal de afecto, todos se derrumbaron en aquellos brazos y pudieron soltar todo lo que escondían por años, pues ahora sabían que tenían un aliado y lucharan por conseguir sus objetivos aún si eso significaba ir en contra de todo el puto universo.

JAJAJAJAJA muy corto lo se y una disculpa, solo diré que estos caps que se vayan subiendo se irán acercando cada ves más al final de la historia mis amores.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Feb 11 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Eres mi hijoWhere stories live. Discover now