II

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-No te muevas- dice el pelinaranja mientras sostiene unas tijeras y recorta el pelo de Merlín hasta arriba de sus hombros.

-Hijo, es una niña ¿Por qué le recortas tanto el cabello?- pregunta Igraine mientras los observa.

-Mi padre dice que estará más segura si finge ser un niño, además el cabello corto es más cómodo para pelear.

-Tú espadachín podría refutar eso, pero supongo que tienes razón con lo primero.

El chico termina su labor y luego la baja de la mesa, Merlín llevaba un par de semanas en el castillo y ahora tenía un mejor aspecto, aunque seguía siendo muy tímida.

-Bien como premio, te prometí que podrías tener el juguete que quisieras.

-¿Juguetes?

-Si, mira- dice abriendo un armario dónde su madre guardaba las cosas que él y sus hermanas usaban de pequeños- ¿Por qué guardaste todo esto?- dice Arthur mientras la niña se acerca a curiosear.

-Nunca sabes cuándo puede venir otro hijo en camino, o quizás tus hermanas pronto sean madres también- explica la mujer castaña.

-Bueno, al menos servirán está vez- dice agachándose a la altura de Merlín- Vamos, puedes quedarte con lo que más te guste, mira hay peluches, hay muñecas de trapo, algunos juegos de mesas, elige lo que quieras.

-Esto- dice sacando un libro de cuentos que había llamado su atención.

-Era el favorito de Morgana- dice Igraine.

-Si, a ella le gusta mucho leer y creo que a ti también- Merlín asiente con la cabeza- Bien, así dominarás más rápido nuestro idioma.

-Es verdad, ya puede comunicarse bastante bien.

-Si, Gowther era el único que podía entenderla, pero ahora ha aprendido más palabras- dice tomando el libro y a la niña de la mano.

Por las tardes Merlín iba con el rubio quien además de ayudarla a mejorar su vocabulario, le ponía varios ejercicios para ir desarrollando su magia. La niña aprendía a un ritmo increíblemente rápido que no dejaba de sorprender a su tutor.

-¿Habías tenido algún tipo de entrenamiento antes?- le pregunta mientras la ve sostener un vaso levitando durante varios minutos, sin derramar una gota de agua, ella lo ve confundida- Lo que haces ¿Alguien te lo había enseñado? ¿Fueron tus padres?

-Eh, yo… - murmura mientras trata de recordar algo, pero su mente se confunde.

Cierra los ojos y logra ver apenas un rostro cubierto con una máscara aterradora y una mano que la sujeta del cuello, se sobresalta y deja caer el vaso que se hace añicos en el suelo y luego rompe a llorar.

-Oye, oye, ¿Estás bien?- dice mientras llega a su lado y la levanta sobre su regazo- ¿Qué ocurre? ¿Recordaste algo?- ella niega con la cabeza y él detiene la práctica por ese día, dejándolo con cierta curiosidad.

***

En los siguientes dos meses Merlín había aprendido a tener conversaciones fluidas con los demás, lo cual le facilita las cosas a Arthur. Además ella tomaba clases junto con él y los eruditos la elogiaban por estar casi a su mismo nivel en ciencias, matemáticas y literatura, lo que lo hacía sentir un poco celoso.

-Tu padre me da miedo- le dice en un susurro a Arthur mientras ambos desayunan antes de sus lecciones.

-Hmm, si suele estar de mal humor, mi madre dice que es normal en un rey, debes lucir siempre fuerte e intimidante ante la gente.

The KingdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora