-Tu tampoco te ves nada mal- sonreí. Llegamos a la camioneta de la vez en el homenaje a los cazadores caídos en la isla Jeju- ¿Y tu madre y hermana?- pregunte al ver que no estaban.

-Se estaban terminando de preparar- dijo abriendo los seguros- ahora iremos por ellas- asentí y entramos. Me coloque el cinturón y este arranco en dirección a su casa.

Había silencio entre nosotros, no era incómodo, pero había cierta tensión en el ambiente.

-¿Cuando irás a ver a tu hermano?- pregunto para cortar el silencio.

-Yo... Bueno aún no lo sé, pero al invitarme a la reunión mundial de cazadores en Estados Unidos, tal vez aproveché la cercanía para ir a Canadá- expliqué.

-¿Te invitaron a la reunión?- preguntó curioso. Asentí y mire hacia afuera, las luces iluminaban la noche tranquila en la ciudad de Seul.

-Si, aunque no para que represente Corea del Sur ni Japón... Sólo me invitaron lo cual con papá lo vimos algo sospechoso- Rei nerviosa. Este volteo a verme cuando freno en un semaforo.

-¿Por qué lo piensan?- preguntó curioso aunque con cierta seriedad en el tono de voz.

-Quieren tenerme en la mira ante cualquier inconveniente, también sospechando el que todo es mi culpa, por los portales, el equilibrio de poder, mis ojos, mana...- suspiré- lo que te había explicado.

-¿Crees que harán algo?- pregunto. Me encogí de hombros.

-Una vez que este en territorio estadounidense ellos pueden arrestarme con las debidas pruebas correspondientes- expliqué, fruncí el ceño de solo imaginarlo- aun que creo que algo se me safo de las manos.

-¿Por qué te arrestarian?- pregunto.

-Cuando las personas no comprenden lo que se les aparece, hacen lo imposible por ser superiores o tener las cosas bajo control- expliqué.

-No dejaré que eso pase- la forma en la que lo había dicho, había mandado un escalofrío por mi columna.

Lo miré de reojo, apretaba el volante con fuerza, tal vez no la suficiente para romperlo, pero estaba tenso. Sus ojos clavados en el camino destellando en violeta con cierta oscuridad.

Llegamos luego de unos minutos, su madre y hermana esperaban afuera, estás entraron al vehículo, quería darle el asiento del acompañante a su madre pero está negaba insistente en que me quedara donde estaba.

El auto se había llenado de comentarios por parte de Jin Ah, está estaba un poco más relajada a la última vez que la había visto, ye alegraba poder distraerla para que no pensara en lo sucedido en su escuela.

Una vez llegamos al restaurante me lo quedé viendo un rato. Era lujoso y muy caro, lo sabía ya que si eras cazador, solo podían costearlo los de rango S en adelante.

-Si que tenías todo reservado- dije mirando al pelinegro una vez llegó a mi lado. Este sonrió.

-Jin Ho me lo recomendó- excuso. Rodee los ojos y asentí, ¿Como no? El niño tenía dinero.

-¿Estás seguro que no es mucho hijo?- pregunto su madre a lo que el pelinegro solo la miró con amor y rodeo sus hombros con su brazo.

-Claro que no- murmuró- vamos- ambos comenzaron a caminar aún así agarrados.

-Vamos Unnie!- la menor dijo tomando mi brazo haciendo que riera y siguiera a los mayores.

Había sido una velada más que perfecta. Además de la comida deliciosa y los postres...benditos postres.

Las risas y la cierta despreocupación y relajación de todos al no tener que trabajar o estar al pendiente de las mazmorras.

Hacia tiempo que no me encontraba en un entorno así. Sólo me preguntaba, ¿Como hubieran sido las cosas si los portales no estuvieran?

Tattoo//Sung Jin Woo [Pausada]Where stories live. Discover now