"Trazos de Oscuridad: El Origen de Kurogaki"

Capítulo 3 - Encuentro en las Sombras

Capítulo 3 - Encuentro en las Sombras

Kurogaki, la madre de Jakku, había estado monitoreando los eventos desde las sombras, observando cómo la U.A. caía y Kaneki emergía como el villano fugitivo. La noticia de que los héroes estaban debilitados creó la oportunidad perfecta para acercarse a Jakku, su hijo, quien se encontraba refugiado en la Academia Shiketsu.

Al llegar a Shiketsu, Kurogaki se encontró con Jakku en medio de la confusión. Sus miradas se cruzaron, y aunque Jakku reconocía a su madre, no había calidez en sus ojos.

Kurogaki: (con desprecio) Jakku, pensé que al menos heredarías algo de tu padre.

Jakku: (frunciendo el ceño) ¿Qué estás haciendo aquí, madre?

Kurogaki: Solo vine a ver qué tan lejos has llegado con esos poderes impuros.

La atmósfera se volvió tensa mientras madre e hijo intercambiaban palabras afiladas.

Jakku: No necesito tu juicio, madre. Estoy tratando de sobrevivir en este mundo.

Kurogaki: Sobrevivir no es suficiente. Tu padre era un héroe, y deberías esforzarte por ser más que una sombra.

La pelea estalló entre ellos, pero para sorpresa de Kurogaki, Jakku no desató todo su poder. La desilusión se reflejó en los ojos de Kurogaki.

Kurogaki: ¿Es esto todo lo que puedes hacer? ¿O simplemente no te atreves a enfrentar la realidad?

Jakku: No sabes nada de mi realidad.

Kurogaki, intrigada y frustrada, decidió cambiar de táctica.

Kurogaki: ¿Sabes quién asesinó a tu padre?

Jakku: ¿Qué estás diciendo?

Kurogaki reveló la verdad, y Jakku, impactado, empezó a cuestionar su propia realidad. La lucha se detuvo momentáneamente.

Jakku: ¿Por qué me estás diciendo esto?

Kurogaki: (sonriendo siniestramente) Porque necesitas despertar de esta fantasía en la que vives. Si quieres venganza por tu padre, deberías conocer la verdad.

Kurogaki se retiró de Shiketsu, dejando a Jakku con la semilla de la duda sembrada en su mente. Mientras regresaba a su base, Kurogaki reflexionó sobre su próximo movimiento, sabiendo que por ahora debía permanecer en las sombras.

En la fría y siniestra penumbra de su laboratorio, Kurogaki reflexionaba sobre las oportunidades y los peligros que se avecinaban. La caída de la U.A y la aparente desgracia de Kaneki habían abierto un nuevo capítulo en la vida de Kurogaki. Sabía que debía moverse con astucia y cautela.

Kurogaki: (murmurando) En las sombras, donde puedo ver todo, pero nadie puede verme a mí.

Decidió infiltrarse en la Liga de Villanos, un nido de caos y desesperación. Armada con su conocimiento y habilidades, Kurogaki se mezcló en las sombras, deslizándose entre los villanos con facilidad. Pronto, sus acciones llegaron a oídos de Dabi, un miembro clave de la Liga.

Dabi: (sonriendo) ¿Quién diablos eres y qué estás tramando?

Kurogaki: (fríamente) Una aliada. Tengo información valiosa y estoy dispuesta a negociar.

La reunión entre Kurogaki y Dabi tuvo lugar en un rincón oscuro, lejos de miradas indiscretas. La atmósfera estaba cargada de desconfianza.

Dabi: (escéptico) Habla rápido. No tengo tiempo para juegos.