Capítulo 1

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La pantalla se encendió mostrando la noche en Surrey, se ve una lechuza en el letrero de la calle “Private Drive” y la cámara enfoca la calle con casas de ladrillo marrón de aspecto muy idéntico. La lechuza se va volando y un anciano aparece un anciano vestido con túnicas carmesí y un largo cabello blanco y barba plateada, llamado Albus Dumbledore cerca de la calle y se para al lado de un gato atigrado que está de pie junto a lo que parece un cobertizo.

Harry observó confundido la escena. Él conocía ese lugar.

– ¿Que hacía en ese lugar, director?  – preguntó Ron Weasley.

– Estoy seguro que se mostrará. – respondió este con una sonrisa tensa.

Rio entre dientes y murmuró – Debería de haberlo sabido.

Buscó en el bolsillo de su túnica y sacó un encendedor de plata. Lo abrió, lo sostuvo alto en el aire y lo encendió. La luz más cercana de la calle se apagó con un leve estallido. Lo encendió de nuevo u la siguiente lámpara quedó a oscuras.

– ¿Qué es eso? – preguntó Kol – Necesito uno inmediatamente.

– Me temo señor, Mikaelson, que no podrá – dijo Albus – Ya que el mío es el único existente.

– Eso no es junto. – replica el Mikaelson cruzándose de brazos.

Dos veces hizo funcionar el apagador, para luego guardarlo dentro de su capa y fue hacia el número 4 de la calle, donde se sentó en la pared, cerca del gato. No le miró, pero después de un momento le dirigió la palabra. 

– Ese gato se parece al que vimos en nuestra primera clase de Transformaciones en primera año. – dijo un Ravenclaw.

– Es porque es el mismo. – le responde Theo.

– Me alegro de verla, aquí, profesora McGonagall. – dijo el hombre.

Se volvió para sonreírle al gato, pero este ya no estaba. En su lugar, le dirigía la sonrisa a una mujer de aspecto severo que llevaba gafas de montura cuadrada, que recordaban las líneas que había alrededor de los ojos de gato. La mujer también llevaba una capa, de color esmeralda. Su cabello negro estaba recogido en un moño. Parecía claramente disgustada.

– ¿Cómo ha sabido que era yo? – preguntó.

– Mi querida profesora, nunca he visto a un gato tan tieso.

Varios rieron, pero rápidamente callaron al ver la mirada severa de la subdirectora.

Pero otros, como los nuevos visitantes, se sorprendieron de la habilidad de la profesora.

– Usted también estaría tieso si llevara todo el día sentado sobre una pared de ladrillo. – respondió la profesora McGonagall.

– ¿Todo el día? ¿Cuándo podría haber estado de fiesta? Debo de haber pasado por una docena de celebraciones y fiestas en mi camino hasta aquí.

La mujer resopló enfadada.

– Como sea… - dijo – ¿Es verdad Albus? ¿Lily y James… están muertos? – cuestiona.

Ahí fue cuando Harry entendió porque el director estaba en ese lugar.

Remus Lupin bajó la mirada triste, recordando a sus dos amigos. Sirius por otra parte como se encontraba en su forma animaga que es un perro, solo soltó un gemido de tristeza.
 
Dumbledore la miró con tristeza – Me temo que sí, profesora. Lo bueno y lo malo – informa, causando que las lágrimas comenzaran a caer por el rostro de la mujer.

– Ellos no se merecían eso – susurra limpiándose las lágrimas – ¿Y Harry? – volvió a preguntar McGonagall.

– Hagrid lo va a traer. – responde el hombre.

La hija perdida de Klaus Mikaelson (Watching the movie HPxTOxTVD)Where stories live. Discover now