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-¿Asociación de Médicos? —el rostro de Yun Luofeng cayó levemente—, ¿Qué es esta Asociación de Médicos?

Yun Qingya la miró y continuó: 

-La Asociación de Médicos es una asociación formada por médicos del continente. Ya sea el Pabellón Médico o la Ciudad Médica, son parte de la Asociación de Médicos. Tiene un gran poder y una posición fundamental en este continente.

-¿Por qué la Asociación de Médicos ayudó a la Familia Yun? —Yun Luofeng se acarició la barbilla y preguntó con confusión.

-La Asociación de Médicos no estaba ayudando a la Familia Yun. Debido a que la disputa entre la Ciudad Médica y la Familia Yun llamó mucho la atención, ¡si la Asociación de Médicos no interviniera, avergonzaría a toda la sociedad!

En una palabra, la Asociación de Médicos se levantó para detener la Ciudad Médica, no por la Familia Yun, sino para que la fama de la sociedad no se viera afectada. ¡Después de todo, Yun Qingya había sufrido una represalia tan loca simplemente porque derrotó al heredero de la Ciudad Médica! ¡Estaría bien si solo tomaran represalias contra Yun Qingya, pero querían acabar con toda la Familia Yun! Si esto fuera sabido por la gente común, ¿qué pensarían de la Asociación de Médicos?

-Sin embargo... —Yun Qingya hizo una pausa, su hermoso rostro revelaba un dejo de tristeza—, la Asociación de Médicos y la gente de la Ciudad Médica firmaron un acuerdo que especifica que si yo todavía estuviera vivo, la Ciudad Médica tendría derecho a vengarse de ¡La Familia Yun y la Asociación de Médicos no los detendrían! Es decir, ¡no detendrían las represalias de la Ciudad Médica contra la Familia Yun a menos que yo estuviera muerto!

Yun Luofeng levantó las comisuras de los labios y dijo con desprecio: 

-A los ojos de la gente común, al no permitir que sus subordinados aniquilaran a toda la familia, el trato de la Asociación de Médicos fue bastante justo. Pero la gente observadora descubriría fácilmente que la Asociación de Médicos era obviamente partidaria de la Ciudad Médica.

Manteniendo silencio, Yun Qingya supo que las palabras de Yun Luofeng tenían sentido. De hecho, la Asociación de Médicos estaba siendo partidaria de la Ciudad Médica.

-Segundo tío, no hiciste nada malo —Yun Luofeng levantó la cara—, acababas de competir con una persona y no quisiste lastimar a nadie. ¡Es ridículo culparte por derrotar a ese hombre! Siempre habrá un ganador en una competición. ¡Nunca había oído que el ganador se decidiera antes de la competición!

La voz de la chica era desafiante y dominante, sus ojos oscuros insondables. 

-¿Cómo se atreven a seguir persiguiéndote sólo porque derrotaste a su joven maestro? Si la Asociación de Médicos fuera realmente justa, ¡no permitirían que la gente de la Ciudad Médica te tocara! ¡Pero esas personas usaron tu muerte como condición a cambio de la paz y la armonía de la Familia Yun! Esta parcialidad es obvia para cualquiera.

Yun Qingya apretó con fuerza el puño, sus ojos se llenaron de un profundo odio. ¡Exactamente! ¡Él no hizo nada malo! ¡La Asociación de Médicos, sin embargo, lo declaró culpable! ¡Y afirmaron que no impedirían que la Ciudad Médica destruyera a la Familia Yun a menos que él estuviera muerto!

-Pequeña Feng'er, hay algo que no sabes. ¡La hija del Maestro de la Ciudad Médica es discípula de un anciano de la Asociación de Médicos! Por lo tanto, la Asociación de Médicos definitivamente estaría predispuesta a favor de la Ciudad Médica.

Al escuchar sus palabras, Yun Luofeng entendió. Caminó lentamente hacia el frente de Yun Qingya, su mano cayendo ligeramente sobre su hombro. 

-¡Segundo tío, no te preocupes, te vengaré!

Los ojos de Yun Qingya se volvieron suaves y frotó la cabeza de Yun Luofeng con amor. 

-Pequeña Feng'er, has crecido. Eres la mayor esperanza de la Familia Yun. Si tu padre y tu madre pudieran ver esto en el cielo, se alegrarían por ti.

Pensando en la difunta pareja, la atmósfera en el estudio de repente se volvió solemne.

Después de bastante tiempo, Yun Luofeng levantó la cabeza y miró al hombre elegante frente a ella, con ojos decididos y dominantes.

G. E. W. W.: D. E. M. |2|Where stories live. Discover now