27 | Daydreaming

Mulai dari awal
                                    

"Creo que por eso Adriana me odia", pensé mientras me decidí al final por una cola de caballo, a lo que me encogí de hombros y seguí mi rutina.

Si te soy sincera, si veo a una parejita dándose besos al frente mío que no sea Adriana y su novio, les echaré gas pimienta—acepté la realidad de que me venía pronto el período, mientras insertaba mejor los pequeños cabellos rebeldes a mi cola.—Suena feo que lo diga ya que tengo novio, pero él no está y no lo tiene que saber, asi que usted callado señorito.

Escuché un par de ladridos de parte de mi querido hijo a lo que detuve mi acción, viendo mi cama por el reflejo del espejo mientras él se bajaba de dónde estaba a dónde sea que iba a ir.

Mijo, usted es el hombre de la casa y si vio un insecto feo, usted lo mata ¡¿oyó?!. Soy una dama en apuros—le mencioné, recordando la última vez que me hizo eso y gracias a Dios, en ese momento mi novio estaba en la casa, porque si no, allí hubiera quedado yo.

Y sí, ¿cuál es el peo que le tenga miedo a los insectos y más que todo a una cucaracha? ¡¿Ni siquiera han visto lo feas que son?! Son horribles.

En contexto del chisme que sé que les gusta:

Dekopin estaba conmigo en la cocina, yo estaba toda inspirada en hacer unos alfajaros ya que Adriana me regaló arequipe del bueno. Tan inspirada estaba que no vi una cucaracha del tamaño de Godzilla, hasta que Dekopin ladró y cuando me doy cuenta, la malvada esa venía hacía mi.

Lo que sigue después es historia y bueno, casi muero del vértigo porque del susto me subí a la mesón y del bicho ese feo.

En fin, anécdotas de la vida, que les puedo decir.

Arreglé mi peinado, dejando un par de mechones fuera de la cola y dejando que cayeran por mi sienes unos mechones, a lo que me dediqué a colocarme otras cremas que tenía para la cara ya que no escuché más a Dekopin.

Espero que haya sido mi valiente caballero en salvarme de lo que sea o ahí si me echo a llorar.

Tarareé la melodía animada de la caja de música que reposaba en el tocador de la habitación, mientras suavemente esparcía la crema por toda mi cara y cuello. ¿Qué creyeron? ¿Qué este cutis fue así todo el tiempo? No hermanas, hay que aprender a lavarse la cara y echarse cremas que humecten tu rostro. Se los aconsejo, y por las buenas, porque yo las aprendí de una particular forma (acné y cholazos).

Bajé mi mirada para agarrar la tapa del pequeño recipiente redondo dónde estaba mi crema y cerrarla, para dejar todo como estaba a lo que volvieron mis ojos al espejo como acto incosiente, deteniéndome un par de segundos al notar la figura que estaba en la puerta del baño, recostándo su peso en el marco de la puerta con uno de sus brazos.

Chasqueé mi lengua, sonriéndo y negando, apartando mis ojos y llevándolos a el lugar dónde coloqué mis cremas.

Te estás volviendo loca, Abril. Debes dejar de andar viendo ilusiones raras, posiblemente fue porque casi me trago toda la mezcla de los ponquecitos que hacía a ver si estaban al punto, pero nah—me hablé para mi misma, pero luego devolví mi mirada al espejo viendo aquella silueta que me sonrió divertido con su hoodie negro y un par de pantalones deportivos del mismo color.

Volteé como la niña de la exorcista, y lo miré de arriba a abajo con impresión viendo que no era una ilusión.

No era una maldita ilusión.

Él estaba aqui.

—¿Eres real?—pregunté inconsientemente casi que sin aire, empezando a sacar cuentas si de verdad esa mezcla de panquecitos me había pasado de levadura y estaba delirando ahora, pero parece que no porque él se rió con aquella risa que me encantaba y que me daba escalofríos de la emoción.

Lost In Traslation || Shohei Ohtani ©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang