cap 2 - el verdadero mundo

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Pareciera una elección insensata embarcarme en un mundo en ruinas a la edad de 15 años, y no puedo evitar reconocer que aquellos que piensan así tienen razón. Lo que descubrí en ese entorno desolado fue mucho más que desalentador; fue una experiencia horrenda que desafió mi juventud y me obligó a enfrentar la brutal realidad de un mundo que había perdido toda forma de vida y esperanza.

Ahí estaba yo, sumido en el miedo, aún resonando en mis oídos las palabras desesperadas: "¿Por qué las montañas se mueven? ¿Por qué demonios las montañas se mueven?". Fue entonces cuando tuve mi primer encuentro con uno de los infectados, criaturas grotescas que se asemejaban a ranas gigantes con una ferocidad aterradora. Sin previo aviso, un ser similar a un perro mutante se lanzó sobre mí, con sus mandíbulas abiertas de par en par. Logré evitar que me desfigurara disparándole en la cabeza. Después de ese escalofriante encuentro, me encaminé hacia una ciudad cercana en busca de refugio.

Descubrí una pequeña casa, sorprendido de verla en buen estado, lo cual resultó ser lo mejor de mi día. Sin embargo, de repente escuché algo parecido a una caja musical, una señal que, según mi experiencia, sonaba cada medio día. De la casa emergieron dos personas, pero no eran normales; su transformación era tan evidente que sus cuerpos parecían fusionarse. Ante ese espectáculo aterrador, utilicé mi hacha para enfrentar a los infectados y, una vez dentro de la casa tras haber vomitado por la intensidad del encuentro, me dirigí agotado hacia una cama, desplomándome y quedando profundamente dormido.

A los 15 años, resultó asombrosa la fuerza que encontré en mí para enfrentarme solo a tres infectados, o técnicamente ¿dos? La certeza es que los aniquilé. Creo que mi relato concluye aquí. Para quien lea esto, deseo suerte en el futuro.

"LA SINFONÍA NUCLEAR" - Lector dorado Where stories live. Discover now