Capítulo 31

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Los siguientes días me la pasé haciendo quehaceres en mis ratos libres, pues todavía tenía que ir a ayudar a Colec con las clases y Bianca dijo que ya no contaba con ella, porque lo del pago no lo veía claro.

En fin, ni cuando mamá venía hacía tanta limpieza. No pretendía que Jane viera semejante desastre. Por el orden que ella mantiene en el ático, supongo que es bastante sistemática y no acostumbra mover cosas, así que quiero que se sienta cómoda aquí.

Estaba hablando con Pauline por teléfono, en llamada normal y con audífonos puestos, para no tener que dejar mis quehaceres.

—No pude decirle nada sobre la cita y tampoco besarla —le conté mientras conectaba la aspiradora.

Ash —se quejó.

—Pero fue más amable —apunté—, para ella eso es un gran avance.

Empecé a recoger el polvo del único sofá, solo que es muy grande y ocupa mucho espacio, además, tengo que higienizar antes de empezar a armar el mueble de la televisión, porque no hay lugar para colocarlo.

Me hablas de ella como si valiera tanto la pena.

—¿A qué te refieres? —me enderecé.

A que ni un dios merece tanto ruego.

—Ella es toda una diosa y es digna de súplicas, rezos, ruegos y un altar —dije convencida.

Quiero conocerla —decretó.

—¿Piensas venir? —enserié.

No, tengo mucho trabajo —respondió. Cerré los ojos con alivio—. Quiero una fotografía de ella.

—... —ladeé la cabeza y me dispuse a seguir con la aspiradora—. No creo que le gusten las fotografías.

Pues no le pidas permiso, solo tómala. Quiero una en ángulo completo, otra de perfil y una más de rostro completo —especificó—. Quiero ver si sí.

—Voy a ver qué puedo hacer... —Llamaron a la puerta—. Te dejo, tengo visitas.

Si es Jane, enciérrala en tu habitación —Colgué al mismo tiempo que me reía, tanto por lo que dijo como por la idea de Jane encerrada, definitivamente lo odiaría.

Era Bianca, la puerta estaba abierta, pero la reja no, así que fui corriendo a abrirle. Entré y la chica me siguió.

Estoy esperando que no me reclame por haberle cancelado en el último momento la exposición, porque no le dije que iba a ir con Jane.

Preferí seguir con mi trabajo. Empecé a abrir la caja del mueble, no debe ser tan difícil de armar.

—¡Tenías una casa! —expresó con burla.

—Mira nada más —le seguí el juego.

—¿Por qué estás haciendo limpieza? —preguntó al sentarse cerca de la mesa. Ella sabe que mi madre todavía no regresa.

—Ya me... —hice esfuerzos por retirar la cinta de la caja—, cansé del tiradero —suspiré una vez que lo conseguí.

—¿Cuándo vas a conocer a tu hermanastra? —curioseó cambiando de tema.

—No es mi hermanastra, si su papá se casa con mi mamá, será mi hermana —expliqué.

—Bueno, ¿cuándo vas a conocer a tu hermana con la que no compartes ni madre ni padre?

Rodeé los ojos, no puedo con ella.

—Mi mamá va a organizar una cena, aquí, porque van a vivir aquí, así que, hasta entonces.

[4.1] CCC_Sui géneris | TERMINADA | ©Onde histórias criam vida. Descubra agora