WOLF'S INTENT

Capítulo 16: Decisions

Harry siguió temblando ligeramente mientras Fenrir lo llevaba al claro central. Mientras Fenrir caminaba, el resto de la manada de hombres lobo se reunió a su alrededor.

-¿Qué ha pasado? ¿Está bien?- preguntó Catherine preocupada.

Muchos de los demás se hicieron eco de sus preocupaciones mientras se amontonaban alrededor y miraban ansiosamente el rostro de Harry.

-¡Silencio!- Fenrir ordenó.

-Necesito que Catherine y Merri me sigan a la casa de baños inmediatamente. Todos los demás reanuden sus tareas-.

La manada de hombres lobo hizo lo que se les ordenó mientras Fenrir llevaba a Harry a la casa de baños. Catherine y Merri lo siguieron con inquietud, sabiendo que Fenrir estaba de muy mal humor.

Fenrir le quitó la ropa a Harry con eficacia antes de meterlo en la piscina principal. Agitando la mano sobre la superficie del agua, Fenrir hizo que el agua se calentara hasta que unas volutas de vapor empezaron a elevarse en el aire.

Harry dejó de temblar, pero seguía con los ojos vidriosos.

-Pásame el jabón líquido y una toallita- ordenó Fenrir.

Catherine se apresuró a hacer lo que le decían. Fenrir cogió el jabón y extendió un puñado sobre la cabeza de Harry y otro poco sobre el paño. Fenrir empezó a lavar a Harry con rapidez antes de sacarlo fácilmente del agua y envolverlo en una gruesa bata que Catherine también había traído.

Harry estaba más alerta después del baño improvisado, pero aún se sentía débil. Antes de que Harry pudiera expresar su hambre, Fenrir había ordenado a Merri que trajera también un plato de cena para Harry.

-¿Te sientes mejor?- preguntó Catherine, tomando una de las manos de Harry entre las suyas en un gesto maternal.

Harry asintió con seriedad, aunque un poco desganado. Un momento después, Harry se volvió hacia Fenrir para hacerle una pregunta, pero cualquier palabra murió en sus labios cuando Harry vio la cruda expresión de ira claramente presente en el rostro de Fenrir.

Harry se miró el brazo, que era adonde se dirigía la mirada de Fenrir. Había largas marcas rojas arriba y abajo de los brazos de Harry de donde sus uñas habían roto la piel mientras se rascaba.

Harry volvió a mirar rápidamente a Fenrir.

-Te juro que ninguno de los otros me hizo esto. Lo hice sin querer, sólo me picaban los brazos...- Harry trató de explicarse.

-Sé lo que pasó-, respondió Fenrir en voz baja, aunque sus ojos seguían clavados en las marcas. Apartando los ojos de los cortes en los brazos de Harry, Fenrir fue a buscar un ungüento en un armario cercano.

Vertieron un poco de ungüento en las manos de Catherine y los dos hombres lobo mayores empezaron a frotar la medicina en los brazos de Harry.

-¿Por qué no se curan?- preguntó Harry con curiosidad. -Creía que los hombres lobo solían curarse más rápido-.

-En la mayoría de los casos sí. Sin embargo, si las heridas son causadas por uno mismo o por otro miembro de su manada, entonces las heridas tardan más en curarse-, contestó Catherine.

-Ahora debes contarnos todos los detalles de tu día para que podamos averiguar qué causó tu reacción-, continuó Catherine mientras Fenrir y ella terminaban.

-¿Qué quieres decir? ¿No era de esperar, por mi separación de la manada, quiero decir?-, preguntó Harry.

-Esperaba algo de incomodidad, tal vez una ligera irritación de la piel. Nada tan extremo como los síntomas que experimentaste, Harry-, respondió Fenrir. -¿Crees que te habría dejado ir sabiendo que volverías así?-.