Rumania High School

Gastronomía - Reposterería

-No le rompas el corazón -advirtió, acercando su cara a la del chico con aparente enojo-. Por cada lágrima que Daisy derrame, número de golpes que recibirás de mi parte.

-Ya me adelanté -dice la reina de roma-. Y no le romperé el corazón de venganza, sólo tiene uno... Le romperé un hueso, de esos tiene 206 -la sonrisa que tenía en su rostro era sínica.

Me di cuenta que Demian debe estar verdaderamente enamorado de Daisy, como para soportar y amar su personalidad. Es muy paciente, amable y caballeroso. O bueno, de eso me percaté las veces que he visto practicar al equipo de fútbol.

Ni bien acabábamos de hablar, cuando la puerta de la habitación fue azotada y abierta. Chloe y Shianny, las mejores amigas de Daisy, ingresaron muy enfadadas e impacientes.

-¡Daisy Yang, dime... -gritaba Shianny, aunque, cuando vio que Fernanda y yo seguíamos aquí, formó una sonrisa dulce-. Hola -y volvió su mirada a Daisy, una mirada penetrante e intensa-. ¡¿Por qué no dijiste nada?!

-Dios, contrólame, porque si no lo haces, aquí se creará un río de sangre -dice la otra chica, haciendo ademanes violentos y atroces. Creo que Daisy se consiguió amigas muy parecidas a ella-. ¡Ahora cuentas todo!

La escuela entera se había enterado de su relación de la misma manera: Hubo una pelea en el comedor porque a Daisy le dio un ataque de celos cuando vio a Demian con su compañera de informática. A pesar de que él estaba incómodo con las acciones de la chica que, en serio, eran muy atrevidas para ser solo de "amigos", Daisy igual se enojó mucho. Y en resumen: Casi se desatan golpes y ahí todos se enteraron por Daisy que Demian era su novio.

Solo digo que a Fernanda casi le da un paro cardíaco ese día mientras Mateo veía a su hermano demasiado sorprendido.

-¡Con permiso! -la habitación fue invadida por Johan y Peter, amigos de Demian. Ambos no hicieron más que agarrar al pobre muchacho de los brazos y sacarlo del cuarto, mientras él rogaba a Dios por piedad.

Tras intercambiar una mirada con Fernanda y ver que posiblemente esto terminaría mal, nos retiramos lentamente de la habitación y corrimos a la nuestra.

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Jorge, Erick, Aylin y yo salimos a la cancha de fútbol. Ahí habían dos mesones grandes y verticales, con varias cocinas y hornos agregados, además de que a su alrededor estaban regados los ingredientes con los que prepararemos los postres asignados. Daban la apariencia de las mesas que dan en Master Chef para que los participantes hagan su trabajo.

Arriba de aquellas, habían pantallas gigantes que tenían proyectado el nombre de las respectivas escuelas junto a su respectivo diseño. Adrián comentó que él había hecho el nuestro con antelación en su iPad, y que lo envió a la directora para que lo pusiera frente a todos.

-¡Está increíble! -exclamó Aylin, totalmente impresionada. El entorno estaba sorprendente y genial.

-¡Ya sé! -digo dando un brinco-. Me emociona cocinar aquí.

-¡A mí también! -secundó Erick, corriendo a nuestro mesón correspondiente-. ¡Estoy muy entusiasmado! ¿Cuándo empieza esto? -pregunta mirando a Jorge. La directora le dio exclusivamente a él la lista en donde están los días en los se llevarán a cabo las diferentes competencias, junto a las horas de comienzo. Sí, fue un hecho que Gemma no se lo tomó del todo bien, pero le tocó aceptarlo.