12 - Solo un cuento de hadas

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Emma:

Acomodo mi cabello despeinado frente al espejo sonriendo.

De todas las personas con las que alguna vez pensé que sentiría esto, mi mejor amigo no estaba entre ellas.

Y no se me ocurre ninguna otra persona con la que quisiera sentirlo.

Espero un rato en el baño hasta que me doy cuenta de algo.

El libro del señor Heness se llama "El planeta de la diversión"

Y su autor es desconocido.

Salgo apurada del baño para volver a por el libro hasta que me llaman para tomar mi vaso de naranjada.

-Si no bajas rápido tomaré el tuyo - me grita Peter.

Oh no, eso nunca.

Quizá pueda preguntarle al señor Heness dónde consiguió el libro.

Bajo corriendo las escaleras para encontrar a Peter con mi vaso de naranjada en la boca.

-¡Hey! - exclamo corriendo hacia el - ¡Eso es mío!

-No lo creo, babosa - dice Peter alzando el vaso con su brazo.

Ujjj como odio ser tan enana.

-¡Peter! - dice la señora Henness - ¡Deja de jugar y dale su vaso a Emma!

-Ya oíste, Peter, dame mi limonada - sonrío con suficiencia y le saco la lengua.

-¡Parecen un par de críos! - nos regaña la madre de Missie antes de entrar a la cocina de nuevo.

Peter solo se ríe y me da el vaso al mismo tiempo que me besa en la comisura de los labios.

El corazón se me acelera de inmediato y solo tomo el vaso y me lo llevo a los labios.

-¡Se puso roja! - se ríe Jack.

Claro que con su comentario me pongo aún más roja.

-Déjala, Jack - lo regaña Adri.

Decido mejor entrar en la cocina con la señora Henness y dejarlos ahí.

-Estás algo sonrojada, Emma. - me dice de inmediato.

-¿Si? - pregunto como si no fuera bastante obvio. - Debe ser por el frío.

Spoiler: El frío se llama Peter.

La señora Hennes suelta una risa por lo bajo.

-¿Me ayudarías a picar el jengibre, cariño?

Oh, no, se viene una fuerte charla.

-Claro que sí - respondo en un suspiro.

Tomo el cuchillo, el jengibre, una tabla de madera y comienzo mi labor en silencio.

-Estás muy callada ¿no crees? ¿También es por el supuesto frío?

Pues...

-No tengo mucho que decir - me encojo de hombros.

-Emma, tú siempre tienes algo que decir.

Suspiro pesadamente

-Bueno, es probable que esté sintiendo cosas muy extrañas por... bueno.

-¿Ni su nombre puedes decir? - ríe - Eso ya es más grave.

-Es que es incómodo hablar del tema.

-¿Por qué?

-Bueno...

Ella es InefableWhere stories live. Discover now