Te quiero

2

El acoso a Error se volvió algo frecuente, tanto que ya no podía destruir a gusto. Estaba harto del lujurioso.

-¡Callate abominación! -Lo lanzó a la nieve y le tiro uno de sus huesos ya harto de el- Te mataré.

-Oh, mierda -Lust corrió al ver que era en serio, ¿Dónde estaba Ink cuando se lo necesitaba? La respuesta es simple, estaba jugando naipes con Dream.

-¡Quédate quieto! -Error forzó su vista al no ver desde lejos, lanzaba huesos a lo desquiciado intentando darle pero por suerte Lust activo el ultrainstinto y esquivaba todo como un crack.

La pequeña distracción sirvió como para Ink ya harto de el lo madreara bien feo.

El glitch cayó desde lo alto reiniciandose, en lo alto estaba el pintor con una expresión seria. Este abandono el lugar pues el destructor no pudo hacer su caos por Lust.

Este mismo como pudo atrapo al glitch cayendo con el a la nieve. Lust lo miro con curiosidad, ¿Qué se suponía que debía hacer ahora?

Suspiró algo nervioso y decidió llevárselo a su casa, sabía que su hermano no iba a llegar hasta más tarde así que tenía el tiempo suficiente como para curarlo hasta que dejase de reiniciarse.

Una vez en su casa, dejo al glitch por unos minutos en el sofá mientras iba a buscar un botiquín médico que traía por si acaso.

Volvió encontrandolo despierto, estaba mirando a todos lados y no hablaba. Lust pensó que quizás sería más fácil ayudarlo ahora que estaba distraído pero apenas se acercó el cuerpo contrario empezó a llenarse de glitches, haciendo que se exaltara.

-¡No me toques! -Se alejó encogiendose en su lugar.

-Lo que me faltaba, no te gusta que te toquen -Rodo los ojos aburrido.

-¿Dónde estoy? -Pese a la actitud de hace rato, estaba extrañamente calmado.

-En mi casa -Al ver como las cuencas del otro oscurecieron decidió explicar lo que había pasado.