three - lost and found.

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15 Enero, 2023.
Boston, Massachusetts. United States.

Las rutinas no son lo mío.

Realmente nunca lo han sido cuando mi día se limita a convivir con personas que no me agradar y realizar un trabajo que detesto solo por obtener créditos para sobrevivir teniéndome al borde del colapso en infinidad de ocasiones... no me importan los créditos, realmente solo me interesa conseguirlos y dárselo a Joel para mantener en discreción sus actos ilícitos. Haría muchas cosas solo por él. Mi cabeza aún da vueltas y el familiar nudo en mi estómago me recuerda lo ebria que me he puesto anoche después de pasar más de treinta horas en los servicios médicos de FEDRA cometiendo crímenes disfrazados de humanitarismo. La vida no ha sido fácil desde aquella tragedia hace veinte años.

El lado izquierdo de la cama se encuentra frío y vacío como ya es costumbre, no hay rastro alguno de interacción humana más allá de mis propias acciones y el silencio sepulcral parece formar parte de mi vida desde que la mitad de la humanidad se fue al carajo.

Darme una ducha fue la mejor idea que pude haber tomado desde el momento en el que descubro que el agua caliente aún fluye por las oxidadas tuberías. Sentir el ligero escozor en mi piel ante el aumento de la temperatura de mi piel aleja mis pensamientos más oscuros obligándome a concentrarme únicamente en aquel placentero dolor y en la sensación de mis músculos relajarse poco a poco con cada segundo que pasa.

El refrigerador solo almacena un par de huevos dudosamente frescos, un frasco de leche a medio acabar y dos bolsas de papel con dos trozos de carne a punto de ser quemados por el frío del viejo electrodoméstico. Que gran festín. La decisión de probar bocado no parece ser una buena idea ante las náuseas que me causa el simple pensamiento de comer pero tengo que quitarme la resaca de alguna manera... además, sé que Joel se molestará si se entera que no lo hago.

Avery.—La voz de Joel hace eco en el vacío apartamento para dos que compartimos desde hace más de quince años. Me he mantenido a su lado desde aquel día en el que nuestras vidas cambiaron... cuando una parte de nosotros se fue como lo hicieron las personas que tanto amamos.

27 Septiembre, 2003.
Austin, Texas. United States.

Los ojos de Joel solo muestran terror mientras nos alejamos del cuerpo inerte de su hija, debo imaginar que mi mirada fue exactamente la misma cuando observé el cuerpo de John y de Henry en el suelo después de aquel ataque. Sin tener idea de que está sucediendo solo huimos como si existiese un lugar en este mundo que pueda salvarnos. Tommy, el hermano de Joel, nos abre paso entre la amplia multitud aterrorizada mientras las balas siguen pasando por nuestras cabezas. Joel me sujeta con fuerza y lo agradezco en silencio al ser el único rostro que conozco.

Hemos encontrado un sitio donde pasar el resto de la noche a las afueras de Austin, parece ser un viejo granero sin uso alguno por años pero al menos estaremos bien lejos del caos por un par de horas antes de decidir cual será nuestro próximo movimiento. La lluvia se ha desatado y el aíre que corre comienza a ser molesto pero eso no logra distraer mi atención del inmenso dolor que se ha desatado en mi vientre desde aquel enfrentamiento con John.

—¿Estás bien?.—La mirada del menor de aquellos hermanos parece preocupada pero mantiene su posición de defensa ante la duda. Joel se mantiene a mi lado, mirándome confuso sin saber como actuar. ¿Qué podría hacer por mí en medio de la maldita Apocalipsis?

—Me duele mucho. Creo que es la bebé... estoy teniendo contracciones.

—No sé que hacer, Avery.—Confiesa con tristeza ante la impotente situación. 

No hay nada que hacer, Joel.—Admito derrotada ante el inminente escenario.—La perdí.

Aquel hombre decidió quedarse a mi lado, tomar mi mano al tiempo que trataba de distraer mi dolor con conversaciones extrañas y ser participe del apresurado nacimiento y defunción de la única integrante de mi familia que aún conservaba. Con ello, la familia Krane dejó de existir.

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—Te he traído un par de bocadillos, te vendrán bien después de tu borrachera.—Puedo notar su sonrisa burlona al verme girar los ojos con cansancio. Mi evidente alcoholismo no es su culpa pero no deja de sentirse responsable por ello aunque mis decisiones no tengan que ver con él en lo absoluto.—¿Conseguiste los créditos?

—Sí, están en tu cajón. No tienes ni idea de lo enfermo que es tener que matar personas fingiendo que estoy curándoles, estoy cansada de este maldito sitio.

—Bueno, es eso o morir en el exterior.—Ha notado mi mueca de disgusto, por esa razón toma mi mentón con cuidado y hace aquel bonito gesto que ha repetido por más de quince años.—Te prometo que nos iremos pronto, solo dame tiempo. Aún tengo un par de asuntos pendientes con Tess.

—Sé que Tess no es la razón.—Solo guarda silencio.

Tommy se ha separado de nosotros desde hace más de diez años y nunca más regresó. Joel se mantuvo en constante comunicación con él manteniendo un extraño código morse a través de canciones de época que nunca logré entender, por más iluso que pareciera nunca me interpuse en aquello, si a Joel le mantenía sereno todo estaba bien. Sería una completa bruja si me atreviera a quitarle la única familia que le queda. 

—Tengo que irme, Tess se ha metido en problemas. Nos han estafado con una maldita batería de auto.

—Las Luciérnagas deben tener una. Yo puedo ayudarte con ello.—Me mira inseguro, sé que no se debe a que no confíe en mí... solo no confía en las demás personas.—Creo que no eres el único con tratos ilícitos. ¿Confías en mí?

—Con los ojos cerrados.

—Dame dos minutos, iré a ponerme un par de jeans.

—Tardarás más de dos minutos.—No me da tiempo de responderle, ya me tiene en sus caderas besándome el cuello con picardía. A pesar del tiempo aún no termino de acostumbrarme a sus caricias. Tal vez algún día pueda ser enteramente tuya, Joel Miller.

fourth of july. {Joel Miller's FanFiction} 'Where stories live. Discover now