YO SOY EL PADRE DEL VILLANO PARTE 2

Capitulo 223

Lin Luoqing no conocía el destino final de Ji Leyu en la novela, pero supuso que podría no ser muy bueno. El destino de la mayoría de los villanos era sombrío, y mucho menos de Ji Leyu, que no se preocupaba por sí mismo.

Afortunadamente, estas cosas simplemente estaban impresas en el libro y nunca sucederían. Sólo quedarían sellados en el libro para siempre en su corazón.

El actual Ji Leyu todavía vivía feliz en el castillo. Fue a la escuela, dejó la escuela y comía con su familia. Jugaba como la mayoría de los niños normales.

Entonces, incluso si fuera un pequeño dragón malvado, sinceramente podría levantar la mano y darle a Lin Luoqing los frutos de su trabajo, esperando sus elogios con una sonrisa de orgullo.

Todavía tenía preocupaciones y gente que le agradaba. Tenía felicidad y alegría normales. Se preocupaba por sí mismo y se apreciaba a sí mismo. Por lo tanto, no se daría por vencido por completo.

Lin Luoqing no necesitaba que renunciara a la malicia en su corazón para estar lleno de inocencia e infantilismo, como los niños comunes.

Aceptó la personalidad diferente de cada niño, sin importar si era la indiferencia y el distanciamiento de Lin Fei o la duplicidad de Ji Leyu.

Esperaba que pudieran vivir felices según sus propias personalidades, floreciendo como flores de diferentes colores. Podían caminar por la vida sin ningún arrepentimiento ni resentimiento, siempre y cuando no lastimaran a otros.

Miró al pequeño dragón malvado frente a él que le estaba entregando dinero de bolsillo y pensó: "Debería poder hacerlo".

Después de todo, ya había tomado la iniciativa de darle dinero de bolsillo a Lin Luoqing. Se paraba obedientemente frente a Lin Luoqing, guardaba su pequeña cola y esperaba sus elogios.

Ji Leyu se preocupaba por él y trataba de responder a su gusto. Ji Leyu estaba creciendo y cambiando. Un día, reprimiría la malicia en su corazón con su propio sentido de la razón.

Lin Luoqing se tocó la cabecita con una sonrisa. Luego besó la frente de Ji Leyu y le dio los elogios que quería.

La sonrisa en el rostro de Ji Leyu se volvió más brillante, como un néctar espeso. Era dulce y suave.

"Este es mi hijo", pensó Lin Luoqing. Ji Leyu era el niño que más le preocupaba y necesitaba que lo vigilaran más. Podía causar la mayor cantidad de problemas, pero también se portaba bien y era lindo.

Amaba a sus hijos, a cada uno de ellos, sin importar si era Lin Fei o Ji Leyu.

A sus ojos, eran los mejores niños del mundo, los niños más educados y sensatos.

Después de distribuir el dinero de bolsillo, Ji Leyu habló en voz baja con él durante un rato. Luego saltó del regazo de Lin Luoqing y se fue para buscar a Lin Fei.

—Terminé de darle dinero de bolsillo a papá— dijo en tono feliz.—Papá se ve muy feliz.

Lin Fei respondió con indiferencia: —Sí.

Ji Leyu se acercó a él. —¿Seguiremos trabajando a tiempo parcial después de eso?

—Puedes intentarlo si tienes tiempo.

Ji Leyu ladeó la cabeza.—¿Cuándo se considera tener tiempo?

—Vacaciones de invierno y verano. —Lin Fei lo miró. —De lo contrario, retrasará mi lectura y tu estudio.

Pensando en esto, se acercó a Ji Leyu para recordárselo. —Aún no has hecho tu tarea de verano.

Ji Leyu, —...