Es difícil esconder secretos. No es fácil mentir incluso siendo un mentiroso la mayoría de tu vida. Billie Eilish no es buena en ello. No tanto como teniendo sexo. Su habilidad se ve devastada en el momento que aparece aquella conductora de motocicl...
Estaba nerviosa, con miedo y cierto remordimiento por lo que ocurrió ayer en la mañana. Aunque fue grandioso, no podía ignorar el hecho de que me estaba entrometiendo con una narcotraficante mundial; la adrenalina está bien pero, ¿Alguna vez sintieron miedo por su vida? Yo si, en estos instantes mientras espero con mis padres la llegada de Mía a casa. Muerdo mis uñas mientras miro la hora en mi celular, Mía viene atrasada dos minutos y eso me pone de los pelos. Archivo el chat con Billie y simplemente le respondo a Danielle quien me había enviado un mensaje.
Danielle
- tranquila, no deberías estar tan nerviosa, al fin y al cabo no has hecho ninguna maldad.
Maldije en mis adentros y solté mi celular. Pensé antes de contestarle.
Lo sé, pero se está tardando. -
- Punto menos. Piensa
Ya llegará. Cualquier cosa eres mi contacto de emergencia
- hmmm
Le tenés a algo. ¿Que has hecho?
Nada
- hagamos como que no sé con quién te has entrometido
El mejor consejo que te puedo dar es que no intentes afirmar que la amas
No sabes mentir y la cagaras.
vale
tomaré tu consejo
gracias
- Luego tendrás que contarme con quién follaste.
Lo pensaré
Escucho que alguien golpea la puerta. Me levanto como un resorte y miro a mis padres quienes están conversando en la cocina mientras beben vino, se los veía riendo y mirándose como si fueran pequeños. Me calmaba saber que su relación era como antes, que seguían sintiendo ese amor profundo pro el otro y que a pesar de las peleas, había unidad en ellos. Me calmé y fui hasta la puerta, allí estaba Mía con una rosa en su mano, allí me miraba sonriente con un outfit...bastante bien
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Le sonreí y ella me tomó de la mejilla para saludarme con un casto beso.
- ¿Cómo estás? -me preguntó aún en la puerta con una sonrisa&
- bien...-mencioné y me aparte para que entrara- ven, te presentaré a mis padres.
Ella me miró con entusiasmo y me entrego la rosa mientras íbamos interiorizandonos en la casa. Mía me tomo de la espalda para caminar hacia donde estaban mis padres. Ellos dejaron la copa de vino en la mesada para analizarla, mamá me miró a mí y luego a ella. Mía rápidamente quitó la mano de mi espalda y las puso detrás de ella
