Pequeño reencuentro

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Tras su primer día en el castillo del reino ADA, su malestar por el viaje se había disipado.

Osamu aún le parecía desagradable pero no tanto como antes.

En su segundo día solicito permiso para salir del castillo y poder investigar el pueblo buscando indicios de los secuestros.

Con el permiso concedido y junto a Shirase empezaron a pasear por el lugar, disfrutando de la arquitectura elegante del reino y de su gente amable.

La parte favorita del viaje para él siempre sería turistear.

Estaban en una calle algo alejada cuando vieron a una mujer mayor ser empujada por un hombre.

– ¡Vea por dónde va anciana! – Gritó el hombre.

Chuuya se acercó rápidamente para ayudar a la mujer, indignado de que una persona así manche la belleza del lugar.

El tipo enojado intento tocar a Chuuya pero eso claramente Shirase no lo iba a permitir.

– No está calificado para tocar un solo cabello de Chuuya-san. – Dijo con voz dura. – Intenté nacer nuevamente a ver si es digno.

Chuuya rio incómodo ante las palabras del joven, realmente el poder del Otome era abismal, hacía que cada palabra sonara romántica.

– ¿Se encuentra bien? – Dijo ayudándola a ponerse en pie.

Shirase por su parte parecía muy entretenido torciendo el brazo del tipo hasta que se disculpara.

– Muchas gracias dulce joven. – Dijo la anciana.

– ¿Este hombre se ha metido con usted antes? – Le pregunto.

Si era un criminal hablaría con el rey, sabía que no estaba en posición pero al menos iba a tratar.

– Ese joven tan desagradable insiste en casarse con mi nieta. – Le contó con enojo. – Mi nieta acaba de cumplir los catorce años, pero no permitiré que se case con un desgraciado así.

– No tiene más opciones vieja bruja. – Dijo aún siendo sujetado por Shirase.

El grisáceo le dio un empujón para luego darle una patada.

– Debe mostrar respeto ante los mayores. – Regañó Shirase.

Chuuya se sintió orgulloso y en su mente se limpiaba una lágrima con un pañuelo.

Eso se lo enseñe yo.

Fue lo que pensó.

– Tu-Tu mala pieza¹ – La señora contestó.

A lo lejos una joven dama corría hasta el lugar que estaba lleno de mirones.

Ella se acercó a la mujer ignorando al resto d personas a su alrededor.

– Abuela ¿Estás bien? – Cuestionó llegando a su lado.

– Oh mi dulce Kyoka, estoy bien. – Le dijo sonriendo. – Estos amables caballeros me ayudaron.

La pequeña de nombre kyoka observó al muchacho que aún estaba al lado de su abuela.

Su cabello cobre y ondulado le sonaba bastante.

– Disculpe joven amo² ¿Lo conozco de algún lado? – Le preguntó.

Chuuya la vio confundida y negó.

– Lo siento pequeña dama, pero yo soy de otro reino. –

– ¡Ja! Ustedes forasteros bastardos ¿Quienes se creen para venir a otro reino a joder? – Dijo mientras Shirase aún lo contenía.

Renací como el personaje carne de cañón de un mal juego otome - Soukoku Where stories live. Discover now