either way ꊞ sung hanbin fanfic

#O2. family warmth ❜

﹝O2﹞

❛ THEY ARE MORE THAN FRIENDS; THEY ARE FAMILY ❜

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—Me babeas y te arrojo al suelo.

Dice Sungmin, aunque lo ignoro porque sé que no lo haría y porque mi cerebro está lo suficientemente somnoliento como para registrar cualquier cosa.

—Nabin, despabila un poco que ya casi llegamos.

Creo que respondo a las palabras de Yubin, pero no estoy muy seguro porque me encuentro más ocupado acurrucándome en el pecho de Hong.

Según mis cuentas, estamos despiertos desde las cuatro de la mañana y, pese a que tuve pequeñas siestas en la empresa, mi cuerpo me pide a gritos una tregua para poder descansar apropiadamente incluso estoy sorprendido por estar aún de pie.

Desde que ingrese al mundo del entretenimiento nunca he tenido un verdadero descanso y no me quejo totalmente de ello porque disfruto mucho el proceso de grabaciones y prácticas, sin embargo, este año lo he sentido ridículamente pesado y apenas llevamos tres meses de este, y sé que las agendas han sido pesadas porque hasta Jaehwan, Minjae y Jihan se han quejado de ello y ¡ellos nunca se quejan!

—Abre los ojos, niño — pide Yubin —. No quiero que te vayas de cara al bajar.

Sungmin ríe lo cual me hace fruncir el ceño pues su pecho vibra contra mi mejilla, aunque no protesto cuando comienza a manipular mi cuerpo cual muñeco cuando el elevador se detiene, en el que yo supongo, es nuestro piso.

El trayecto es silencioso, aunque alcanzo a percibir como Yubin maldice en mandarín la cerradura de la puerta, ya que tuvimos que cambiarla el mes pasado y aun no logra memorizar el código por lo que, casi siempre, debe llamar a alguno de nosotros para que se lo recordemos o le abramos en caso de estar dentro.

—¡Llegamos! — anuncia Song.

—Quítate los zapatos, Nana — pide Sungmin —. Te quiero y todo, pero no soy tu sirviente.

Refunfuño por sus palabras, pero hago lo que me dice, aunque mi cuerpo no se desprende de la pared porque seguro termino en el suelo.

—¿Ya llego mi Nana?

Aquella voz hace que mis sentidos se pongan alerta y mis ojos se abran un poco para asegurarme que no estoy alucinando cosas, pero de nuestra pequeña cocina sale un bonito chico sonriente con los brazos abiertos para mí y eso es suficiente para que yo salga de mi somnolencia y corra como cachorrito sin dueño hacia estos.

—¡Maldito mocoso traicionero!

Chilla Sungmin y puedo escuchar la risa de más personas, pero realmente yo me encuentro más concentrado en los brazos de Ji Changmin que me abraza como si no nos hubiera visto en años, aunque, en nuestra defensa, estábamos acostumbrados a vernos casi todos los días y ya casi cumplíamos cuatros meses sin vernos.