೫ Remordimiento ೫

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Al amanecer, Emma se encontraba en la penumbra de la sala, sus ojos hinchados y su mente abrumada por la tormenta emocional de la noche anterior. La decisión de partir tomó forma en su interior, como una necesidad urgente de distanciarse del dolor que envolvía su hogar.

Sin pronunciar una palabra, Emma se puso de pie, recogió algunas pertenencias esenciales y escribió una breve nota que dejó sobre la mesa del comedor. Sus dedos temblaban mientras garabateaba unas líneas que apenas rascaban la superficie de sus sentimientos.

*No me busques, quiero estar sola. Dentro de unos días te llegarán los papeles de divorcio.*

Sin más, Emma salió de la casa, cerrando la puerta tras de sí con un eco de decisión resonando en el silencio de la mañana. El sol comenzaba a iluminar el cielo, pero el calor que alguna vez irradió su hogar compartido se desvanecía junto con ella.

Jenna, despertándose en la habitación después de una noche de insomnio, encontró la nota de Emma. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras leía las palabras que su esposa había dejado atrás. El peso de la realidad se cernía sobre ella, y el silencio de la casa resonaba con el eco del adiós silencioso de Emma.

—Emma...

La casa, antes llena de risas compartidas y complicidad, se sintió vacía y sombría. Jenna corrió hacia la puerta, pero Emma ya se había ido, llevándose consigo el dolor de la traición y la incertidumbre del futuro.

Mientras Emma caminaba por las calles conocidas, cada paso era una mezcla de liberación y tristeza. Se sentía como una extranjera en su propia ciudad, y la realidad de su nueva realidad se asentaba con cada esquina que doblaba. No tenía un destino claro; solo sabía que necesitaba alejarse para reflexionar y encontrar una forma de sanar.

Jenna, por otro lado, quedó sumida en un mar de lágrimas y remordimientos. La realidad de sus acciones la golpeó con fuerza, y el silencio de la casa resonaba con la ausencia de la mujer que amaba. Sabía que la traición había fracturado algo profundo entre ellas, pero no estaba preparada para la abrupta partida de Emma.

Los días se volvieron un torbellino de emociones para ambas mujeres. Emma, tratando de encontrar consuelo en la distancia, se refugió en la compañía de amigos y la familiaridad de lugares que solían ser suyos. Jenna, en cambio, se encontró atrapada en la espiral del arrepentimiento, revisando cada elección y palabra que la llevó a este punto.

El tiempo pasó, y las vidas de Emma y Jenna siguieron caminos divergentes. Emma, aún herida pero en búsqueda de su propia curación, empezó a reconstruir su vida lejos de la sombra de la traición. Aprendió a apreciar la independencia y descubrió fortalezas en sí misma que desconocía.

Jenna, por otro lado, enfrentó el desafío de asumir la responsabilidad de sus acciones. Se embarcó en un proceso de autoexploración y terapia, tratando de comprender las raíces de sus decisiones y trabajar hacia una versión más auténtica de sí misma.

El destino eventualmente conspiró para cruzar sus caminos nuevamente. Años después de aquella mañana dolorosa, Emma y Jenna se encontraron en un encuentro casual. Por un momento, el peso del pasado se hizo palpable en el aire.

( ೫ )

El encuentro fue un recordatorio de que el tiempo no borra todas las cicatrices, pero sí ofrece la posibilidad de crecimiento y perdón. Emma y Jenna se despidieron, cada una siguiendo su propio camino, llevando consigo las lecciones aprendidas de un capítulo doloroso en sus vidas.

La historia de Emma y Jenna continuó, pero ahora como dos individuos que habían superado la tormenta y estaban listos para enfrentar el futuro con la experiencia de un pasado compartido, pero no olvidado.

¿Qué fue lo que nos quedó?

Emociones | JemmaWhere stories live. Discover now