Eras un novio al que le encantaba dar regalos, mayormente hechos por ti mismo, y yo atesoraba y amaba cada uno de ellos. Hasta que llegó mi cumpleaños número 19, desafortunadamente mi madre y hermanos no pudieron viajar desde Doncaster para estar conmigo en esa fecha, pero recibí muchos mensajes y llamadas de ellos, lo cual me hizo demasiado feliz. Pero tú habías decidido comprar un pequeño pastel para mí y poder comerlo en mi casa, hasta que llegaste con una caja muy sospechosa.
-¿Y eso es?- -Ábrela, es algo muy especial, mi amor -
Sonrío y abro la caja con cuidado, te miro sin saber que decir cuando veo a un pequeño gatito de pelaje naranja en aquella caja.
-¿Y? ¿Te gusta?-
Me sonríes tan dulcemente que siento que se me rompe el corazón.
-Kit...soy alérgica a los gatos-
Y justo en ese momento, estornudo varias veces, juro que en ese instante estabas igual de rojo que tú cabello.
-Jeann...no lo sabía, perdóname-
Tomaste la caja con el gatito y la alejas de mí.
-Estaré bien-
Continúo estornudando hasta que corro a mi habitación y tomo las pastillas de emergencia que controlaban la alergia.
El gatito tuvo que quedarse contigo, o terminaría matándome la alergia en cualquier momento. Pero al menos ahora tenías un amiguito peludo para hacerte compañía en tu departamento.
Siempre me gustaron los gatos, pero definitivamente no podia tener uno en casa por las alergias, y a pesar de que ahora lo sabías después del incidente con el pequeño gatito naranja, unas semanas después de mi cumpleaños, llegaste a mi casa con otra caja de regalo.
-Por favor dime que no hay un gato ahí adentro-
-Lo hay, pero es perfecto para ti-
Abro la caja con miedo y veo a un hermoso gato sphynx azúl.
-Dios mío, Kit, es perfecto-
Al sacarlo de la caja, el lindo gato se acurrucó en mis brazos, su piel era tan suave y apenas tenía unos pequeños pelitos, como la piel de un durazno.
-Es hermoso, gracias-
La forma en la que me sonríes me hace sentir millones de mariposas en el estómago. Nunca había tenido una mascota, pero más que una mascota, ahora tendría a un compañero para estar conmigo todos los días.
-Es el mejor regalo de cumpleaños que he tenido, debo pensar un nombre para él-
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