Papa llegaría con un café en su mano y al ver la estampa familiar se tumbaría en la cama. Para pasar la mañana en familia ignorando su trabajo.

Si eso debia pasar.

Pronto debería despertarse.

Pero cuando dejaron caer la jaula al suelo y su cabeza chocó con uno de los barrotes procandole sangre se dio cuenta de la cruda realidad.

Esto no era un sueño.

-: ¡CUIDADO! No vayas dañar la mercancía-

El abrió los ojos justo a tiempo para ver cómo la jaula se abrió y la mano de una mujer se acercaba a él, no le dio tiempo a reaccionar y las afiladas uñas de la mujer mayor se clavaron en sus mejillas.

La señora de pelo canoso y vestida con un elegante traje de chaquetilla negro, de un tirón lo saco de la jaula y comenzó a inspeccionarlo con la mirada.

-: Y me dices que esto es virgen ¿No?-

-: Así es-

Ignorante de la conversación intento forcejear pero no le sirvió de nada apuesto solo logro que el agarre de la mujer se afianzase.

La mujer aparto la mirada del hombre para volver a mirar al niño, dio una calada a su cigarro y hecho el humo en la cara al niño.

-: Y ¿Cuanto pides por el?-

-: Nuestro señor pide quinientos mil yenes-

-: ¿Nada más?-

-: Si se quiere deshacer del cuanto antes mejor-

La mujer se encogió de hombros y de un armario que había en la habitación sacó un maletín.

-: Aquí tienes tu dinero-

El hombre asintió con la cabeza y se marchó sin mirar atrás.

Por otro lado la mujer lo miró, y lo soltó intento correr pero ella lo agarró de la muñeca a tiempo impidiéndole al huida. Le coloco una especie de collar en el cuello y lo arrastró por varios pasillos hasta que tras cruzar una puerta llegó a un sitio el cual era un pasillo muy largo con muchas puertas blancas, en cada una de ellas había la foto de un niño o niña diferente.

El no podía parar de llorar ¿Quién era esa señora? No tenía idea el solamente quería a su mamá, con fuerza la mujer lo arrastró por el pasillo ignorando el daño que le estaba causando al pobre niño, hasta que llegó frente a una habitación la abrió y tiro al niño dentro, la habitación solo contaba con una manta en una esquina y un agujero en el suelo en la otra esquina.

Como pudo se puso de pie eh intento correr a la puerta pero fue cerrada en su cara.

-: Disfruta de tu ultimo tiempo de paz pronto comenzarán a llegar clientes para ti-

Dijo la mujer junto a una leve risa el no logro entender a que se refería, pero no pudo decir nada, se arrastró hasta una de las esquinas de la habitación y se hizo bola ahí, intento quitarse la mordaza y el bozal pero no hubo resultado estaban firmementes amarados a su cabeza.

~Hello Despair~Where stories live. Discover now