Él la toma en sus brazos y la lleva a la cabaña, sin dejar de atormentar sus labios con besos enloquecedores.

Dante: Primero en el camarote, luego en la proa del barco, y después bajamos a la orilla de una de las islas más bonitas.

El mafioso empuja la puerta de la cabina con el pie, la hace entrar y la baja sobre la cama. La respiración de Andrea se acelera, al igual que su pulso, ve a Dante tirando de la cremallera de sus pantalones, quitándoselos.

 La respiración de Andrea se acelera, al igual que su pulso, ve a Dante tirando de la cremallera de sus pantalones, quitándoselos

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Luego todo lo demás.

Dante: Serás mía esta noche, Andrea

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Dante: Serás mía esta noche, Andrea. Todo el día.

Andrea se sonroja al pensar la forma en que Dante la volverá loca con caricias y besos apasionados. Mientras lo piensa, la rubia es despojada de toda su ropa, quedando desnuda y vulnerable a los deseos sexuales del mafioso.

Durante la próximas horas, se desató un torbellino de pasión y lujuria.

Dante la tomaba suavemente por detrás en la cama de la cabina. La puso a cuatro patas, abriéndole las piernas para él.

Ella empujaba el culo hacia atrás, mientras él la penetraba por detrás con movimientos diligentes e insoportablemente lascivos.

Cada vez que Andrea estaba con él era una experiencia nueva e inexpresable y una sensación nueva y trascendente.

Andrea se desplomó como un gatito, gimiendo y ronroneando mientras el gran pistón del mafioso, cubierto de su espesa humedad, se introducía rítmicamente en ella, arrancándole gemidos, haciendo que sus dedos se clavaran en las frías sábanas, las apretara y se estremeciera, jadeando en una extravagancia de locura.

Dante movió las caderas con demasiada brusquedad y la penetró hasta el fondo. ¡Ella lo apretó fuerte! Sintió la gran cabeza del pene contra la pared de su útero y comenzó a contraerse.

7 noches con el mafiosoWhere stories live. Discover now