X - ENS: Las Vidas de Antes© - Saga: X - ENS - Libro #0 - Extras

Capítulo 02: Día Negro

🩸Cass🩸

~06/01/2110~

Le entrego a mamá el vaso de cristal que contiene su jugo favorito y ella lo bebe a sorbos.

—¿Te sentó bien la coda? —le pregunto.

—Sí, mi cielo —ella toca mi rostro con su mano —. Gracias, tuvo muy buen sabor —asiento —. ¿Tu hermana ya comió?

—Le dejé la comida antes de venir contigo, pero no sé si se ha alimentado.

—Ayer tampoco comió —murmura preocupada.

—Yo me hago cargo, tú descansa.

—No puedo dormir sabiendo que Isabell no está comiendo. Hace dos días fueron los funerales de sus papás y después de que se desmayó en el cementerio, no ha hecho el esfuerzo de probar bocado.

—Yo haré que coma —aparto la bandeja que tiene los platos sin comida —. ¿La abuela ha dicho algo de April? ¿Ella ha preguntado por nosotros? —asiente.

—Sí, y tu abuela ya le explicó todo de una manera entendible para ella. Exactamente, le dijo que Darío se fue al cielo y que Abraham lo acompaño.

—¿Cómo reacciono?

—Tu abuela dice que se puso feliz. Que quiere que ellos bajen del cielo y le cuenten como es —sonríe, pero es un gesto triste —. Todavía se quedará una semana por allá. De todas formas, ella piensa que son vacaciones.

—Es mejor así —asiente y deja un beso en mi frente —. Ahora trata de dormir y no quiero llegar y ver que estás con tu laptop trabajando. Ya tu jefe me llamo y me dijo que sigue recibiendo correos con artículos para las revistas que dejaste pendiente.

—Es mi forma de distraerme, cariño. Además, no puede dejar de trabajar. Necesitamos que la casa tenga ingresos.

—¿Sabes qué? Mejor me llevaré esto a mi habitación —tomo el ordenador —. Y no protestes.

—De acuerdo, pero ve a ver a tu hermana. Si no come, ven a verme para que yo lo intente.

—Está bien.

Como puedo me llevo la charola y la laptop.

Una vez todo está en su respectivo lugar, camino a la recámara de Isa, para ver si la comida sigue igual o por lo menos hizo el intento de alimentarse.

Toco dos veces, pero no abre, así que uso las llaves y la encuentro tal y como la vi cuando dejé la charola con ella.

—Escarabajo —la llamo y no se mueve —. Isa ¿Por qué no has comida?

—No me da hambre.

—Tienes que alimentarte, por favor —no dice nada —. Isabell —camino hasta quedar del lado al que mira y me siento al borde de la cama.

Sin embargo, cuando nota que lo hago, me da la espalda.

—Oye, no hagas eso —intento hacer que vuelva a como estaba, pero se niega, así que decido arrimarme a ella o prácticamente aplastarla con mi cuerpo, sin dejar de estar sentado —. Por favor, escarabajo, comete la sopa. Está buena, yo la preparé.