Cuarta Parte

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Y de hecho, no era el día que esperaba

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Y de hecho, no era el día que esperaba. Las ciudades eran hermosas y el ambiente espectacular. Pasó el día con Luffy y Nami, yendo de un lugar a otro probando la comida y los dulces propios de la isla, llena también de libros y flores. No es que Sanji no la haya pasado bien, en realidad la pasó muy bien. Le encantaba ver la ciudad integrada con los almendros en flor, ya la había visto el primer día pero ahora era aún más hermosa. La compañía de Luffy y Nami fue más agradable de lo esperado, ambos parecieron notar el mal humor del chef y de alguna manera estaban siendo atentos. Luffy a su manera, pero aun así apreció el esfuerzo.

Pero aun así, Sanji sintió que debería pasar el día con el marimo. Había estado durmiendo en el barco con Robin. Usopp, Jinbe y Brook también se quedaron. Obviamente no amaba menos al otro por todo esto, no es que su novio fuera totalmente culpable del malestar de Sanji, porque realmente ese día no debería ser especial en primer lugar. Prefirió dejarlo pasar, finalmente. Fuera lo que fuera lo que molestaba a Zoro, confiaba en que eventualmente se lo diría. El no era el tipo de persona que le ocultaba cosas para hacerlo sentir mal.

Aún así, le hacía sentir mal ver a niños y niñas intercambiando rosas y libros. Tanto amor y se sentía solo.

Finalmente acabó siendo casi un día como cualquier otro. Regresó al barco y ni Zoro ni Robin estaban allí. Ni siquiera se molestó en preguntar, no quería enojarse y ser el tipo de persona que él mismo odiaba. No es que estuviera celoso, ni mucho menos. Simplemente se sintió excluido, pero tampoco quería incriminar al cabeza de musgo por algo que probablemente no era su intención. Probablemente era sólo el ojiazul siendo atormentado por sus propios pensamientos, así que no quería involucrar a su amante en su mierda.

Especialmente cuando ambos nakamas regresaron al mediodía para almorzar, ambos sonriendo y aparentemente de buen humor. Porque, para sorpresa del blondo, lo primero que hizo Zoro al cruzar la puerta fue darle un beso en los labios. Y, bueno, definitivamente lo que sea que fuera lo que tenía al peñiverde de tan mal humor había sido resuelto. Prefirió esperar para preguntarle al respecto, no queriendo arruinar su buen humor.

Nami anunció por la tarde que el Log Pose se recargaría al amanecer para que salieran en la mañana del día siguiente. El equipo acordó ir al festival por la noche, según Franky y Chopper había un espectáculo en la plaza sobre la leyenda local.

Sanji casi captó el buen humor de Zoro, mucho más amigable que de costumbre. Tanto es así que incluso Nami quedó estupefacta. Tampoco tuvo mucho tiempo para apreciar el buen humor de este, Zoro pasó la tarde tomando una siesta y en un abrir y cerrar de ojos ya estaban sentados en la plaza.

Había mucha gente reunida, piratas, turistas y habitantes de la isla viendo el espectáculo. No había oído hablar de la leyenda en los días que estuvo en la isla y sinceramente le fascinaba. Se sintió estúpido por siquiera creer que la leyenda podría ser real. Se enamoró aún más de saber dónde nació la tradición de las rosas y se sintió mal por no haber tenido un detalle con nadie de su tripulación.

ꜰʟᴏʀᴇꜱᴛᴀWhere stories live. Discover now