La noche 2

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Cuando llegamos a la cocina ya había más gente ahí. Estaba Fritanga con otro chico de cejas raras y con un niño pequeño.

—Hola.— saludé junto a Newt.

—Pero que chica más mona— dijo Fritanga refiriéndose a Newt y todos comenzamos a reírnos menos Newt que se deshizo de la coleta. —. ¡Oh, no. Es un chico!— fingió estar preocupado.

—¿Premio o castigo?— bromeó el de cejas peculiares haciéndonos reír a todos.

—¿Qué hacéis?— pregunté.

—Bebemos para olvidar.— dijo Fritanga levantando un baso con un líquido marrón dentro.

—A eso veníamos nosotros— comentó Newt.— ¿Venís? Tenemos un fuego encendido.

—Sí, por favor aquí comienza a hacer frío.— comentó el niño.

Nos movimos hasta la cabaña de Newt, el fuego seguía encendido. Todos nos colocamos al rededor del fuego.

—A ver, pasen la bebida.— Fritanga y Newt me acercaron sus vasos. No sabía cual tomar.

—No te preocupes Fritanga, le doy yo del mío a ti te queda poco.— Fritanga apartó el vaso.

—Gracias, Newt.— Fritanga rellenó su vaso con más de la bebida.

—De nada, hombre.— dijo Newt mirando a Fritanga mientras yo tomé su vaso y lo inspeccioné.

—Ojo que no  es una bebida cualquiera es MI bebida.— habló de cejas extrañas.

Todo el mundo del circulo estaba pendiente de mi. Lo olfateé y un olor asqueroso me llegó hasta lo más profundo de mi nariz, era un olor que no sabía cómo describir. Mi cara describía todos, todos se echaron a reír cuando vieron mi mueca de asco, volví a olerla,olía a... flores, frutas, hierbas y... mantequilla ¿como la mezcla de todas esas cosas era tan espantosa? con lo bien que olían solas...

—Ya, dale un buche, no todo el mundo tiene hasta mañana.— habló el de las cejas raras.

Le pegué un buche pequeño. Fruncí el ceño mientras lo saboreaba. Era increíblemente amargo y cítrico. Cuando comencé a sentir los sabores más fuertes la escupí.

Todo el mundo reía excepto yo, me limpié la boca con el puño.

—Bebe otro trago, novata.— me animó Fritanga.

—¡Bebe, bebe, bebe, bebe...!— comenzó a canturrear el más chico y pronto los demás se unieron a él.

Obligada por la presión acerqué el vaso a mi boca, lo que no sabía es que Fritanga puso su mano en el culo del baso haciendo que no parara de beber. Cuando apartó su mano del vaso me di cuenta de que estaba por menos de la mitad. Tosí varias veces.

—Te odio Fritanga. No permitáis que este hombre se me acerque nunca jamás en un momento así— todos reímos y yo le pesé mi vaso a Newt—. Perdón por dejarte el vaso medio vacío.

—O medio lleno.

—Está medio vacío porque falta más de la mitad.

—O tiene menos de la mitad.

—Está medio vacío.

—Esta medio lleno.

—Medio vacío.

—Medio lleno.

—Medio vacío.

—Medio lleno.

—Medio vacío.

—Medio...

—Chicos...— interrumpió Fritanga—. ¿Os dais cuenta de que estáis peleando por una tontería?

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⏰ Last updated: Jan 08 ⏰

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La cura de algo incurable-NewtWhere stories live. Discover now